Cómo recortar gastos sin afectar su calidad de vida

En momentos en que usted vea “las barbas de su vecino arder, ponga las suyas a remojar”. Esta frase extrapolada al ámbito financiero hace un llamado a ser austeros en el manejo de sus ingresos para que el “golpe inflacionario”, que afecta a muchas naciones (y se prevé se agudice), incluida República Dominicana, sea menos fuerte para su bolsillo.

Aunque el Gobierno dominicano ha anunciado una serie de medidas para hacer frente a la inflación y proteger al consumidor ante el alza en los precios de los combustibles y productos alimenticios, la situación se intensifica con el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania. Además, las medidas oficiales son paliativas y no constituyen una solución al problema.

A eso se suman los limitados niveles salariales de la clase trabajadora formal, que están lejos de alcanzar el costo promedio de la canasta básica (RD$39,109 mensuales). Por tanto, cada vez más el poder adquisitivo de la gente baja por los aumentos en los precios de los productos. Por ello, estructurar un plan temporal de austeridad económica puede ser su “bote salvavidas”.

El plan consiste en que usted o su familia opten por llevar un estilo de vida basado en lo necesario, sin incurrir en gastos que pueden posponerse y revisando otros que, si no han de evitarse, por lo menos pueden reducirse.

Para Félix Rosa, asesor financiero y creador de la firma “The Money Coach”, es difícil al inicio, y más para las familias más vulnerables, entrar en un plan momentáneo de austeridad, debido a que muchos hogares aún no reponen sus ingresos mensuales previos a la pandemia del covid-19.

Sin embargo, entiende que esta medida, sin importar a qué clase socioeconómica usted pertenezca, puede ayudarle a mitigar la situación, debido a que cada persona ajusta el “plan de austeridad” según sus necesidades y hasta donde pueda soportarlo, sin que esto necesariamente implique un cambio brusco de su estilo de vida.

“Existen estrategias que las personas pueden implementar para protegerse. Tú puedes decir: déjame no cambiar mi vehículo, no hacer una compra grande o déjame bajar al mínimo mi endeudamiento de tarjetas de crédito”, cita como ejemplo Rosa.

Añade que proteger o ampliar su “fondo de emergencias” es fundamental en momentos de crisis inflacionaria por efectos externos, aunque eso dependerá de la capacidad de ahorro, no solo en cuanto a la voluntad de hacerlo, sino, además, sobre la disponibilidad de dinero extra para esos fines.

En ese punto, expertos en finanzas personales exhortan tener una reserva económica que cubra, inicialmente, entre tres y seis meses sus gastos indispensables como alimentos, medicina, vivienda, educación u otros servicios básicos.

Aprenda a decir “no”
Cuando se trata de cuidar al máximo su dinero decir “no” a algunas invitaciones o actividades es vital para poder cumplir con sus compromisos económicos de cada mes. Trate de reducir la cuota a actividades de ocio, al menos durante el período de autoridad.

Ese “no” también debe ser interno, cuando le surge el deseo de adquirir un artículo que no es necesario en el momento, aunque lo desee, y que le implicará el uso de dinero que va a requerir para otros productos básicos.

El consumo de bienes o servicios en tiempos de carestía debe ser basado en prioridades y no en deseos o preferencias.

  • Elabore un presupuesto. La mejor forma de recortar gastos es saber cuál es su límite para no excederse. Haga un presupuesto que contemple cada uno de sus gastos y que no superen sus ingresos.
  • Estilo de vida minimalista. Antes de comprar algo pregúntese si realmente lo necesita. Priorice y valore lo realmente importante para conformarse con menos y no sentir la frustración cuando no pueda adquirirlo.
  • Recorte y reevalúe gastos. Reduzca o elimine gastos innecesarios. Esta práctica le ayudará a optimizar sus ingresos e identificar fugas innecesarias, como “gastos hormigas”. Es un plan de austeridad temporal.
  • Evite el sobreendeudamiento. Antes de solicitar un nuevo crédito o incrementar el uso de crédito disponible se debe analizar las deudas actuales. Evite deudas que no sean para obtener rentabilidad.
  • Limite sus viajes. Evite hacer viajes que impliquen grandes sumas de dinero. Una opción para saber que no está excediendo sus posibilidades es destinar un monto fijo inferior a las actividades de ocio.
  • Comparta gastos. Compartir los egresos permite ir un poco más desahogado para llegar mejor a fin de mes. Divida los gastos del hogar en partidas equitativas con su pareja u otros miembros de la familia.
  • Ingresos extras. Buscar otras fuentes de ingresos adicionales le permitirá hacer frente a los altos precios de los productos y cubrir sus principales compromisos económicos en tiempos de inflación.
  • Sea paciente. La austeridad en sus gastos pasará y podrá volver a su anterior estilo de vida cuando las condiciones mejoren. No sea impaciente. Además, no está mal convertir la austeridad en un hábito.

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