Tarjeta de crédito: evita que se convierta en una fiera

Escrito por prousuario.gob.do el Publicado en Tu Dinero.

La tarjeta de crédito es un medio de pago que te permite realizar consumos de bienes y servicios a nivel nacional e internacional. Funciona de forma similar al papel moneda, de ahí que también se le conozca como “dinero plástico”. 

Además de la versatilidad y seguridad asociadas a prescindir del efectivo, una de sus características esenciales es que te permite utilizar un dinero del que todavía no dispones. Como su nombre lo indica, este medio de pago te ofrece un balance determinado a modo de crédito. 

Dada su naturaleza, este instrumento puede ser el camino más corto al territorio del sobreendeudamiento o, por el contrario, un aliado eficaz para facilitar tus procesos de pagos y la creación de un buen historial crediticio. La diferencia está en el uso que le des. 

Los problemas surgen cuando consumes en exceso y dejas de pagar a tiempo el monto total adeudado. Entonces el producto empieza a generar cargos e intereses, haciendo que la deuda aumente a mayor velocidad. En este punto posiblemente has perdido el control de tu tarjeta y costaría gran empeño y sacrificio volver a domarla. 

¿El mejor consejo? Evita llegar a ese estado siguiendo las recomendaciones que te ofrecemos más abajo. 

Esta semana continuamos con nuestra serie “antes de que firmes” y te animamos a que aproveches estos consejos y mejores el uso que das a tu tarjeta. 

Antes de que la tarjeta se convierta en un problema, considera los consiguientes consejos.

En caso de que las cosas ya estén fuera de control, lo recomendable es que pagues el total adeudado y replantees el uso que das a tu plástico. Para lograr ese pago total, considera utilizar algún ingreso extraordinario, pedir ayuda a un allegado o solicitar un préstamo de consolidación a tu entidad financiera, la cual realizará un proceso de evaluación de tu perfil para determinar si te lo otorga o no.

En última instancia, si tu relación con el dinero plástico sigue siendo “complicada”, corta por lo sano: cancela el producto. En estas circunstancias las tarjetas de débito pueden ser una excelente opción.