Atrofia vaginal: la afección que se puede prevenir con actividad sexual

Con la caída de los estrógenos en el cuerpo de la mujer, llega la menopausia, y las mujeres comienzan a observar en su organismo cambios progresivos que se manifiestan con síntomas como los famosos calorones, cambios en la piel del rostro, del cabello, así como cambios internos en las estructuras del organismo. Asimismo, puede ocurrir con nuestra zona íntima que comienza a presentar cambios como adelgazamiento. Esto es lo que se conoce como atrofia vaginal.

Aunque la atrofia vaginal no es un síntoma que ocurrirá en todas las mujeres que pasan por la menopausia, no es poco común y sí poco reportada a los especialistas. De hecho, un artículo de Ohio State University señala que "el 70% de las personas con estos problemas no los comentan con su médico", pero sí lo apuntan cuando las incomodidades consecuentes de la atrofia interfieren en la calidad de vida.

La doctora Sofía Herrera, médico ginecólogo, quien dirige la plataforma de salud femenina Tu Salud Íntima, junto a la doctora Klara Senior, explica que la atrofia vaginal es el adelgazamiento del tejido que recubre el interior de la vagina. Esto también sucede en la parte exterior de los genitales, es decir, en la vulva, y especifica que de tener varias capas de grosor de tejido se llegan a tener escasamente dos. Consecuentemente, el tejido es menos capaz de retener agua con lo cual estará reseco.

Herrera agrega que este adelgazamiento ocurre de igual forma en el tejido urinario, es decir, la uretra, por donde sale la orina, la vejiga. Es decir, se puede ver afectada toda la zona urogenital con consecuencias que efectivamente afectan el día a día.

“Cuando una mujer tiene atrofia vaginal puede presentar dolor, ardor, picor en la vulva, es decir en la parte externa, pero también en la parte interna. También puede sentir dolor con las relaciones sexuales, infecciones urinarias frecuentes. De hecho, hoy en día se le llama atrofia urogenital”.

Por qué ocurre la atrofia vaginal
La especialista especifica que, en efecto, la baja de los niveles de estrógeno en el cuerpo de la mujer es lo que ocasiona la menopausia y en ese contexto se le dice síndrome de atrofia urogenital. “Otras causas que pueden hacer a la mujer propensa a la atrofia urogenital son el uso de tratamientos que ocasionen una menopausia artificial, como los que se usan para el cáncer o la endometriosis”.

Por otra parte, Herrera menciona que algunas mujeres jóvenes, cuando utilizan anticonceptivos hormonales, como la píldora anticonceptiva, parches, inyecciones, implantes o incluso el implante intrauterino pueden ocasionar algunos síntomas de atrofia vaginal. “Es decir, pueden presentarse molestias como ardor, picor y dolor tanto en la parte externa como interna, y en el canal vaginal, producto del bloqueo temporal que hacen estos métodos anticonceptivos”.

Cómo podemos prevenirla
Si bien es una condición que durante la menopausia es esperada y que le puede ocurrir a cualquier mujer, sí hay forma de prevenirla o minimizar las molestias. “En primer lugar manteniendo la zona hidratada, tanto la parte externa como interna, con productos adecuados. Es decir, en base agua, que no contengan perfume, con el ph adecuado y que contengan ácido hialurónico. Esto es clave porque el ácido hialurónico es una molécula que una vez absorbida es capaz de retener agua en el tejido”, asegura Herrera.

En este sentido, un estudio publicado por el Journal of Sexual Medicine arrojó que el ácido hialurónico es eficaz, seguro y tolerable, comparable con los estrógenos vaginales para el tratamiento de la atrofia vaginal, con lo cual es una posible alternativa para quienes no pueden utilizar el tratamiento hormonal.

La médico señala que otra recomendación muy efectiva para prevenir y minimizar los síntomas de la atrofia es “usando la vagina”. “Esto quiere decir que la mujer que realiza ejercicios de Kegel -que también previenen la incontinencia urinaria-, que sostiene relaciones sexuales, o que practica la masturbación como método de autosatisfacción, favorece la salud de su vagina en este sentido. El roce de forma constante en el tejido interno y externo, estimula el crecimiento del propio tejido. Por lo tanto, la vagina puede verse y sentirse como la de una mujer que no está en menopausia”.

Por último, otro método para tratar la atrofia vaginal que agrega la doctora Herrera son los tratamientos hormonales indicados por profesionales de la salud, es decir, terapia de reemplazo hormonal local. Sin embargo, esto no es algo que pueda extenderse para toda la vida, por lo cual es vital que las mujeres tengan óptimos hábitos de aseo e higiene, que usen productos adecuados, que ejerciten la vagina y practiquen la masturbación, que además tiene muchos beneficios, como herramientas que le permitirán a lo largo de su vida tratar y evitar los síntomas de atrofia genital.

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