¿Cuál es la relación entre la hepatitis C y el hígado graso? Especialista explica los riesgos

El hígado es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, posee alrededor de más de 500 funciones vitales, por ejemplo, ayuda a digerir los alimentos, almacena energía y elimina el exceso de toxinas del organismo. Sin embargo, infecciones como la hepatitis C pueden causar graves complicaciones que afecten su funcionamiento, explica especialista.

En entrevista exclusiva para Salud180, la Dra. Eira Cerda, Gastroenteróloga-Hepatóloga, adscrita a la sección de Gastroenterología del Hospital Central Militar, nos explicó cuál es la relación entre la hepatitis C y el hígado graso. Sí, existen 3 complicaciones que puedes desarrollar y afectan el funcionamiento de este órgano.

¿Qué es la hepatitis C?
“La hepatitis C se trata de una infección viral que ataca al hígado, causando su inflamación. Normalmente, la principal vía de contagio es a través de la sangre, sobre todo en pacientes que probablemente tuvieron transfusiones antes de 1995, aquí a nivel nacional donde todavía no existía un control bien establecido para obtener sangre segura”, describe la Hepatóloga Eira Cerda para este medio.

De acuerdo con la Dra. Eira Cerda, otras formas de contraer hepatitis C es mediante los tatuajes o piercings, sobre todo cuando se realizan con herramientas no esterilizadas y agujas que no sean nuevas, así como mantener relaciones sexuales sin protección con alguien que padezca VHC, es decir, el virus de la hepatitis C.

Virus de la hepatitis C daña al hígado

Datos de la Hepatitis C en México

Datos de la Secretaría de Salud en México, estiman que 4 de cada 1000 personas viven con el virus de la hepatitis C (VHC) a nivel nacional. Sin embargo, la mayoría de ellos podría desconocer que contrajo esta infección debido a que no suele manifestar muchas señales de alerta, sino hasta que el padecimiento se encuentra muy avanzado.

“Desafortunadamente, las enfermedades hepáticas se tratan de afecciones silenciosas, es decir, no causan signos específicos y suelen detectarse hasta que desarrollan complicaciones, por ejemplo, cuando el paciente ya tiene ascitis o acumulación de líquido en la cavidad abdominal, ictericia, ojos o piel amarillentos, cansancio, hinchazón en piernas, pero a menos que se trate de una hepatitis grave, podría presentar dolor en la parte superior del lado derecho del abdomen”, puntualizó la Dra. Eira Cerda.

Cuando el hígado se inflama a causa de la hepatitis C, todas sus funciones pueden verse afectadas. Una de sus principales tareas, es la filtración de toxinas del cuerpo para ayudarlo a resistir las infecciones, pero también ayuda a la conversión de nutrientes en energía, produce bilis para ayudar al proceso de digestión, se encarga de la descomposición de carbohidratos, grasas y proteínas, sintetiza proteínas de la sangre y ayuda con la coagulación, entre otras de importancia.

Síntomas de hepatitis C

¿Qué complicaciones puede desarrollar la hepatitis C?

A largo plazo, una hepatitis C que no está bien controlada puede desarrollar fibrosis hepática, cirrosis no alcohólica e incluso cáncer de hígado. Sin embargo, estos pacientes pueden curarse en un 30 por ciento, pero en un 75 u 80 por ciento pueden hacerse crónicos.

De acuerdo con la Dra. Eira Cerda, un 30 por ciento de los pacientes con hepatitis C podrían desarrollar cirrosis no alcohólica dentro de 10 o 15 años, pero anualmente, sólo un 2 o 7 por ciento podrían desarrollar todos los signos de una afección hepática al causar complicaciones.

Es posible que un paciente descubra accidentalmente que padece hepatitis C a través de exámenes de rutina para diagnosticar otras enfermedades o quizá hasta que desarrolle las complicaciones que afectan su calidad de vida.

Cirrosis no alcohólica por hepatitis C

La hepatitis C puede ocasionar resistencia a la insulina e inflamación sistémica, con el tiempo, se acumula grasa en las células hepáticas y cuando no es atendido adecuadamente, puede evolucionar a una esteatohepatitis no alcohólica (NASH), es decir, cirrosis no alcohólica.

La especialista describe que la gravedad de la acumulación de grasa se puede estimar mediante análisis de laboratorio y medidas de masa corporal en un algoritmo llamado ‘Índice de Hígado Graso’. El Índice de Hígado Graso se calcula utilizando el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, los triglicéridos y la gama glutamil transferasa (GGT). Una puntuación inferior a 30 descarta la esteatosis hepática y una puntuación superior a 60 confirma la esteatosis hepática.

¿Cómo se trata la hepatitis C?
Esta afección puede ser curada casi al 95 por ciento llevando un tratamiento adecuado, normalmente con la ayuda de medicamentos antivirales destinados a eliminar el virus del cuerpo. El objetivo del tratamiento es que no se detecte ningún virus de la hepatitis C en el cuerpo al menos ocho o 12 semanas después de completar el tratamiento.

Sin embargo, una vez que se desarrollan complicaciones que dañan al hígado, el trasplante de este órgano puede ser una opción viable, pero lo recomendable es evitar llegar a este punto si nos apegamos al tratamiento.

Telenord.com

El Nordeste a tan solo un click

Servicios

  • Television
  • Internet
  • Publicidad

Grupo Telenord

  • Acerca De
  • Sostenibilidad
  • Contacto
  • Terminos de Servicio
  • Politicas de Privacidad