Llamado a la renovación y fortalecimiento ético de Lidom
Ing. Tabaré Peña
El béisbol profesional dominicano, como principal espectáculo deportivo y pilar del entretenimiento familiar en el país, debe regirse por principios de ética, disciplina y buen comportamiento.
Estos valores, construidos con esfuerzo bajo la dirección de figuras como Juan Francisco Puello Herrera y el Dr. Leonardo Matos Berrido, así como la Comisión de Ética y Disciplina presidida por el Dr. Ysócrates Andrés Peña Reyes, enfrentan hoy serios riesgos de deterioro.
Es preocupante observar cómo en la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana (Lidom) han desaparecido los órganos internos encargados de velar por el cumplimiento de las reglas. La concentración de estas funciones en manos exclusivas del presidente de la Liga no solo resulta inapropiada, sino que ha generado frutos amargos en la gestión y en la imagen de esta institución.
La falta de una comisión funcional de ética y disciplina ha permitido el surgimiento de inconductas y trifulcas en los equipos y en la operativa de los torneos. Este vacío no solo afecta la organización interna, sino también la percepción de la fanaticada, que demanda un espectáculo deportivo acorde a los estándares éticos de la sociedad dominicana.
Lidom necesita un relanzamiento estructural urgente. El 2025, año en el que corresponde elegir nuevas autoridades, se presenta como una oportunidad ineludible para iniciar una nueva etapa con visión renovada. Propongo las siguientes medidas esenciales para este cambio:
1. Reestructuración directiva: Incorporar nuevas generaciones de líderes con talentos frescos y perspectivas modernas que respondan a los tiempos actuales.
2. Fortalecimiento disciplinario: Reactivar los órganos de ética y disciplina con personas capacitadas para garantizar el cumplimiento estricto de las normas.
3. Cero tolerancia al dopaje: Implementar pruebas antidoping a todos los actores vinculados a la Liga, directa o indirectamente.
4. Supervisión ética integral: Extender el control ético y disciplinario no solo a jugadores y técnicos, sino también al presidente de la Liga, dirigentes de los equipos y otros actores involucrados.
5. Capacitación y concienciación: Promover actividades formativas para todos los participantes, con el objetivo de alinear sus roles con los objetivos institucionales y las expectativas de la fanaticada.
Estos cambios no solo responden a las inquietudes de la sociedad dominicana, sino también a las de los socios de nuestros equipos, quienes comprenden la necesidad de un rumbo renovado para asegurar el futuro del béisbol profesional en el país.
Es momento de priorizar el interés colectivo y de garantizar el buen desarrollo de nuestro deporte nacional. Actuar con sabiduría y visión será clave para preservar la grandeza de Lidom y proyectarla hacia un futuro más ético, profesional y exitoso.
El autor es presidente de la Asociación de Cronistas de la Provincia Duarte-Nordeste, socio fundador de los Gigantes del Cibao y director de la Comisión de Instituciones Deportivas del Consejo Regional de Desarrollo (CRD).