Codependencia financiera: una conducta adictiva que afecta la autonomía económica

¿Está su situación financiera comprometida por su excesiva generosidad? ¿Se está endeudando o tomando préstamos para ayudar a alguien más? ¿Siente satisfacción al apoyar a los demás, incluso si eso perjudica sus propias finanzas? Si ha contestado “sí” a alguna de estas preguntas, es hora de reflexionar, ya que podría estar enfrentando lo que se conoce como codependencia financiera.
Mónica Báez, psicóloga clínica y financiera, señala que la codependencia financiera se refiere a un patrón de comportamiento donde una persona se ve influenciada por las decisiones económicas de otra, especialmente en relaciones íntimas o familiares.
Este comportamiento puede tener un impacto negativo en el bienestar financiero y la salud mental de quienes lo padecen.
“El codependiente financiero es aquella persona que se obsesiona con ayudar a otros en temas relacionados con el dinero. Al igual que una persona con conductas adictivas, el codependiente es lo que informalmente llamamos ‘adicto al adicto’”, explica Báez en una entrevista con elDinero.
La especialista aclara que, aunque no existen evidencias científicas que respalden esta adicción, es común encontrar un codependiente en familias donde hay un adicto.
No obstante, señala que las personas más vulnerables a esta situación suelen ser aquellas con dependencias emocionales o conductas adictivas, y dicha dinámica puede transmitirse de padres a hijos, entre parejas e incluso entre amigos.
Este comportamiento se caracteriza por una necesidad constante de aprobación externa. Es decir, el codependiente puede depender de las decisiones financieras de otra persona para sentirse valioso, en lugar de confiar en su propia capacidad para tomar decisiones económicas. Además, puede experimentar una pérdida de identidad, ya que su bienestar emocional se ve afectado por las decisiones financieras ajenas.
Entre las características del codependiente también se incluyen patrones disfuncionales de comportamiento que perpetúan la relación tóxica. Esto puede manifestarse como falta de comunicación sobre finanzas, evasión de conversaciones sobre dinero o toma de decisiones financieras sin considerar las necesidades personales del codependiente.
Asimismo, la codependencia puede generar conflictos en la comunicación financiera, dificultando la expresión de necesidades y el establecimiento de límites.
“El codependiente se identifica cuando su conducta provoca insomnio, daños financieros y ansiedad relacionada con la obsesión hacia el otro”, recalca.
Impacto negativo
La psicóloga destaca que este fenómeno afecta tanto la autonomía financiera como emocional del individuo. “No permite que avance hacia finanzas saludables y hunde cada vez más al otro, quien generalmente es un adicto”, enfatiza.
Las consecuencias negativas son múltiples: dificultad para tomar decisiones financieras saludables, estrés financiero y emocional. La tensión generada por la falta de comunicación y las dificultades en la toma de decisiones puede resultar en un aumento del estrés y la ansiedad.
Además, el codependiente puede experimentar una baja autoestima y sentirse insatisfecho con su vida, dado que su valor está ligado a su capacidad para ayudar financieramente a los demás.
Violencia económica
Al preguntársele si la codependencia financiera guarda relación estrecha con la violencia económica, Báez indicó que ambas son diferentes, ya que lo segundo se adquiere por la manipulación del otro.
Por lo general, la violencia patrimonial es uno de los síntomas de otros tipos de agresiones que sufren, principalmente, las mujeres.
Algunas de las señales más comunes que manifiestan los agresores son prohibirle que trabaje, controlar la forma en que gasta su dinero, no permitirle que tenga cuentas bancarias ni acceso a las suyas, obligarla a trabajar en el negocio familiar sin pagarle, entre otras. Sólo en República Dominicana, el 21% de la población femenina ha sido víctima de violencia económica, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE)
Superación
Ante la pregunta sobre cómo superar la codependencia financiera, Báez responde de manera escueta: “Solo se supera en terapia”.
El primer paso consiste en reconocer la codependencia e identificar las emociones que impulsan estas decisiones financieras, como el miedo al abandono o la necesidad de sentirse útil, y establecer límites saludables. Sin embargo, lo más crucial es buscar apoyo profesional.
“Los grupos de codependientes anónimos son una excelente herramienta junto con la terapia cognitivo-conductual”, exhorta la experta.
En el caso de ser víctima de violencia económica también es urgente buscar una red de apoyo, como un asesor financiero o un terapeuta especializado en violencia de género e intrafamiliar para salir de ese ciclo.
A considerar
- Alerta. Aceptar que se depende de la otra persona para la estabilidad financiera es el primer paso.
- Aprender. Aprenda a decir “no” cuando sea necesario y defienda sus necesidades financieras sin sentir culpa.
- Límites. Defina límites claros sobre el apoyo financiero que está dispuesto a ofrecer o recibir, y mantenga esos límites.
- Paciencia. Superar la codependencia financiera es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo.
- Dinámica. La codependencia financiera es un problema relacional y de autoestima, no necesariamente de falta de dinero.
- Apoyo. Considere hablar con un consejero financiero o terapeuta que puede ayudarle a trabajar en esos patrones.