7 razones para no cruzar las piernas
A la hora de sentarnos buscamos la posición más cómoda que nos brinde descanso, pero una mala postura provoca lo contrario, tal como los daños de cruzar las piernas.
Un estudio realizado por la Dr. Julie Hides de la Universidad de Queensland, Australia, indica que la inactividad y sedentarismo de los músculos provoca debilidad en distintas partes del cuerpo.
Cruzar las piernas por un periodo prolongado ocasiona daños que debes tomar en cuenta para evitar malestares en tu cuerpo.
Conoce algunos riesgos de sentarte con las piernas cruzadas:
1. Obstrucción sanguínea
Mantener las piernas cruzadas por mucho tiempo ocasiona que algunas arterias importantes no distribuyan bien la sangre, algunos efectos son el dolor e incluso mareos.
2. Adormecimiento
Debido a que el flujo sanguíneo es más lento, se presentan síntomas como cosquilleo y entumecimiento de las piernas. Incluso, si se usa ropa ajustada o calzado incomodo, el efecto será aún más severo.
3. Problemas en la espalda
Al cruzar las piernas el peso del cuerpo queda mal distribuido, por lo que adoptar posiciones incorrectas hace que la columna esté forzada y ocasiones dolor de espalda.
4. Parálisis del nervio peroneo
Es casos extremos y cuya constante es cruzar las piernas durante mucho tiempo, se puede producir este tipo de padecimiento, su característica es la imposibilidad de levantar la parte delantera del pie y los dedos.
5. Aumento en la presión
Mantener las piernas de forma cruzada eleva la presión, sin embargo, no es un asunto grave ya que únicamente altera la lectura pero al dejar de cruzarlas regresa a la normalidad.
6. Varices
Cuando la obstrucción sanguínea es continua y a largo plazo, afecta a las válvulas y la sangre se estanca, lo que es un factor que incide en el surgimiento de varices.
7. Daño articular
Las partes más afectadas son las rodillas y tobillos, ya que se doblan y tuercen por largo tiempo ocasionando dolor y cansancio.
Estos son los principales daños de cruzar las piernas. La recomendación es sentarse en posiciones adecuadas que brinden libertad a tus extremidades y espalda para no ocasionar daños más severos.