7 razones para no quedar con una mujer rusa

¿Por qué la relación con una mujer rusa puede suponer una gran decepción?
 

1. Es demasiado guapa para ti

Todas las mujeres son mujeres... y las rusas, diosas. Bueno, casi. El estereotipo sobre la extraordinaria belleza de las mujeres rusas es uno de los más difundidos. Aunque hay que admitir que no está lejos de la realidad. Las mujeres rusas ocupan mucho tiempo en su apariencia. ¿Llevar tacones para sacar la basura? ¿Maquillarse un montón, solamente para ir de tiendas? Sí y, ¿por qué no? Por cierto sabemos por qué lo hacen. Aunque, serán sus novios quienes tengan que pagar por toda esta belleza, tanto de manera literal como figurada.

Estarás constantemente enfadado –y hasta te entre paranoia- por la atracción constante que provoca a sus admiradores. Sus docenas de botes en la balda del baño desplazarán rápidamente a tu solitario desodorante y se te caerán en la cabeza cuando te estés duchando. Es más, una mujer como esta, será una fuente constante de preocupaciones y de cuando en cuando deberán luchar por ella (con tus puños o comentarios de Instagram). En otros palabras, dile adiós a la vida tranquila.

2. Aunque estarás bien alimentado

Evidentemente todo depende del control de uno mismo, pero crecerá la tentación de no salir de las acogedoras cuatro paredes de la cocina. Desde sus primeros años a las chicas en las familias rusas se les hace creer en este sabio consejo: “El camino al corazón de un hombre pasa por el estómago”. En otras palabras, si la chica cocina mal el novio puede llegar a dejarla por otra. No importa cómo os sintáis con estas convenciones de hace siglos, un día seguro que trata de rodearte con una muralla de tortitas.

Estate seguro que todo se hará a escala rusa. Si cocina borsch, serán cinco litros; si es ensalada, será un enorme cuento y si es carne, una enorme bandeja. Y no te olvides de su familia. Ellos también se acuerdan de la “la norma del estómago”. En una visita a los familiares de tu novia habrá una copiosa comida de al menos tres horas. Supongo que ya te habrás dado cuenta de que además de tu novia, tendrás que enamorarte de la cocina rusa. Y más cuando ella mida tu amor por lo dispuesto que estés a comer su comida. Aquí puedes descubrir reglas no escritas para cenar en casa de un ruso y sobrevivir.

3. Será difícil librarse de ella...

...si te ha elegido. La mujer rusa será tu mejor amiga, compañera, doctora, consultora de belleza, psicóloga y tu socia profesional. Ella piensa que ahora todo tu tiempo le pertenece a ella. Todo (realmente todo) se sacrificará en el altar de vuestra relación. La historia demuestra que en el siglo XIX las mujeres rusas iban con sus maridos al exilio en Siberia. Así que no esperes quitarte de en medio a una mujer rusa enamorada con unas circunstancias difíciles. Si empiezas a quedarte sin esperanza, recibirás todavía más cuidados y apoyo emocional. Después de esto no te dejará. Nunca.

4. Siempre hay que ser duro

A la rusa le encanta la fortaleza. Ella es independiente por dentro, aunque no siempre le resulta fácil vivir con ello.

Es como si estuviera genéticamente programada –como escribió un autor ruso de la época zarista- “a entrar en una casa en llamas y a detener un caballo al galope”. En el siglo XXI también tiene oportunidades de mostrar la fortaleza de su carácter. Por ejemplo, subirá una bolsa de 20 kg de comida de perro hasta el 10º piso sin pedir ayuda.

Con una mujer así siempre hay que tener la cabeza un poco por encima. Tanto moralmente como físicamente. En vez de unas tijeras y un jersey de cachemira, quizá tengas que sacar el taladro, unos alicates y el gato. Seguro que lo aprecia.

5. No te podrás esconder de ella

No es una chica Bond, sino que ella misma es James Bond. Si estás buscando las palabras para hablarle de la fiesta de trabajo del viernes... No sigas buscando, ella ya sabe dónde, cuándo y con quién será. Ya lo tiene todo registrado. No verá su maniático monitoreo de tus redes sociales como una violación de tu espacio personal. Simplemente está previniendo que las cosas no se salgan de su control. Aunque lo hace de una manera peculiar. Quizá sea porque hay una experiencia de generaciones. En la época soviética era habitual vivir junto con los otros miembros de la familia en un espacio de 20 metros cuadrados. Apilados en la estrechura, la gente iba a la escuela y a la universidad, se enamoraba, se casaba, tenía niños y criaba a los nietos, y en ocasiones se perdía el concepto de “espacio personal”.

Aunque también tiene sus cosas buenas. Si pierdes algo en casa o te olvidad de la contraseña de Facebook, ya sabes a quién preguntárselo.

6. Siempre se quiere casar

Las mujeres rusas son bastante serías en lo que respecta a las relaciones. En ocasiones realmente quieres pasar por vicaría y en otras, es por presión social (según una encuesta del año pasado, el 78% de los rusos creía que para vivir juntos había que estar casado).

De una u otra manera, lo más probable es que tu novia rusa tenga muchas ganas de casarse y espere una pedida de mano. En su cabeza ella ya habrá escogido el nombre de vuestros hijos y el color del tul en vuestra hipotética casa, así como la raza del hipotético perro y los días de visita conjunta a su madre.

7. Tendrás que sorprenderla

Bueno, no es del todo cierto que necesite regalos constantemente (aunque al principio pueda parecerlo). Pero inconscientemente la rusa cree que una cita a solas bajo la luz de la luna, no es lo suficientemente sorprendente.

Lo que ella esperará de ti son más pruebas más que claras de tu lealtad y hay que estar preparado para ello. En otras palabras, ella quiere que la sorprendan, que la entretengan y ser conquistada constantemente. La fe en un príncipe azul está muy implantada en la cabeza de las diosas rusas.

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