Cáncer colorrectal: hábitos alimenticios y otros factores que aumentan tu riesgo

El cáncer colorrectal es la segunda causa de muertes por cáncer en México, sin embargo, no todos estamos conscientes de las acciones para prevenirlo o detectarlo a tiempo. Platicamos con una especialista sobre el cáncer colorrectal y cómo los hábitos alimenticios y otros factores aumentan el riesgo.

Cuando hablamos del cáncer y su prevención, solemos pensar en cáncer de mama; si nos preguntan por hábitos que pueden ser riesgo para cáncer, viene a la mente fumar y cáncer de pulmón. Si bien ambos son muy importantes, con los primeros lugares de incidencia en México, estamos olvidando otros que también tienen un gran peso.

Uno de ellos es el cáncer colorrectal, que ocupa el 3° lugar en incidencia y 2° lugar de mortalidad en México, lo cual nos obliga a voltear a verlo. En Salud180 platicamos con la Dra. Vanessa García Montes, especialista en oncología médica, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer Colorrectal, para conocer más sobre esta enfermedad y cómo prevenirla.

¿Qué es el cáncer colorrectal?
El cáncer colorrectal incluye al cáncer de colon y de recto, al ser parte del tubo digestivo, específicamente del intestino grueso. Por lo tanto, se trata de un tipo de cáncer que comienza en el revestimiento del colon y el recto, el cual suele no presentar síntomas hasta estar en etapas avanzadas.

Pero ¿qué es el cáncer? La Dra. García, explica que se trata de una enfermedad multifactorial donde varios factores nos llevan a un riesgo de padecerla y, si no lo corregimos, termina por presentarse.

Lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando aparece el cáncer, es que existe una señal que provoca que algunas células empiecen a crecer de forma descontrolada. En general, este proceso está mediado, pero cuando el cáncer se presenta, las señales que indican cuándo deben crecer células y cuándo no, se descontrolan.

Por lo tanto, el cuerpo recibe un estímulo constante para hacer que las células sigan creciendo. Entonces, el cáncer es un grupo de enfermedades donde hay un crecimiento descontrolado de algunas células, en el caso del cáncer colorrectal, esto ocurre en el colon y/o recto.

Como vimos, este tipo de cáncer tiene un lugar muy importante en incidencia y mortalidad en nuestro país, lo cual tiene relación con un diagnóstico tardío, reiterando la importancia no sólo de la prevención, sino de estar informados de los estudios que nos pueden ayudar a un diagnóstico temprano y, en consecuencia, un mejor escenario.

Los hábitos alimenticios y otros factores de riesgo para el cáncer colorrectal
De acuerdo a la especialista, un dato muy importante, es que el 90 por ciento de los tumores de colon y recto son esporádicos, es decir, no tienen relación con la herencia o genética, sino a los factores de riesgo modificables, uno de ellos, los hábitos alimenticios.

Se llaman modificables, porque al ser parte del estilo de vida, es posible cambiarlos. La Dra. García, explica que estos tumores están bien relacionados con la dieta, donde una alimentación alta en grasa, especialmente de origen animal, embutidos, carne roja, con una baja cantidad de fibra como frutas, vegetales, cereales, es un factor de riesgo importante.

A esto se le suman otros como la obesidad, el sedentarismo o baja actividad física, tabaquismo y alto consumo de alcohol, todos ellos con la capacidad de ser cambiados.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer colorrectal?
Lamentablemente, los síntomas del cáncer colorrectal suelen aparecer cuando la enfermedad está en un estadio avanzado, por eso nuestra especialista recalca la importancia de acudir al médico sin tener síntomas, para realizar evaluaciones anuales.

Pero en caso de presentar pérdida de peso o cambios en el patrón de las evacuaciones, como mucha diarrea o sangrado, son señales de alarma que no debemos ignorar, pues podría apuntar a la presencia de un problema considerable.

¿Cuál es la diferencia entre pólipos y cáncer?
Los pólipos son lesiones que pueden generarse en cualquier parte del tubo digestivo, incluyendo el intestino grueso, sin embargo, no todos son malignos, algunos son lesiones benignas sin componentes de células “malas”. Aunque otros sí pueden tenerlas.

Sin embargo, gracias a la colonoscopía, es posible identificar, en primer lugar, si hay pólipos, pero también de qué tipo son. Esto porque, al encontrarlos, se retiran y mandan a patología para identificar si es benigno o tiene características de malignidad que lleven a vigilar de cerca al paciente, por lo tanto, este estudio permite tener un diagnóstico y tratamiento al momento.

Todo esto hace de la colonoscopia un elemento muy importante para la detección temprana del cáncer colorrectal, considerado un estudio de escrutinio. En un escenario general, debe realizarse a partir de los 50 años, aunque en caso de presentar factores de riesgo, la recomendación es realizarla antes de esta edad.

Al respecto, nuestra oncóloga médica, explica que la recomendación es asistir a consulta para que el médico haga una evaluación de riesgo, de esta forma, juntando los factores de riesgo y/o tomando en cuenta el historial familiar, decidirá si la colonoscopía se realiza antes de los 50 años o a esta edad.

Estos estudios son muy importantes, pues nos permiten encontrar alguna señal en etapas incipientes de la enfermedad, lo cual puede marcar la diferencia. Un ejemplo es extirpar un pólipo con componente de cáncer, lo cual elimina la preocupación, en contraste con alguien que no acudió a sus estudios y tiene un cáncer en etapa avanzada, donde a veces es imposible ofrecer un tratamiento curativo.

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer colorrectal?
Como ocurre en cualquier tipo de cáncer, el tratamiento dependerá de la etapa en que se diagnostique. Por ejemplo, explica la Dra. García, en una etapa temprana, donde sólo está localizado en el intestino grueso, el tratamiento es quirúrgico y no suele requerir quimioterapia complementaria.

Sin embargo, cuando la enfermedad invadió otros órganos, será necesaria la quimioterapia. Si bien el pronóstico puede ser bueno, dependerá de qué tan avanzada esté la enfermedad.

Aunque la especialista explica que actualmente existen excelentes opciones de tratamiento que han evolucionado, como los anticuerpos monoclonales, inmunoterapia y otras opciones que permiten a los pacientes vivir con calidad de vida, pese a un diagnóstico de cáncer colorrectal.

Sin duda, la prevención es muy importante para esta y cualquier enfermedad. Afortunadamente, en este caso está en nuestras manos hacer cambios en nuestros hábitos que reduzcan nuestro riesgo. La Dra. García, recomienda llevar una dieta más afín a la mediterránea, con frutas, verduras, cereales y un menor contenido de grasa de origen animal.

Asimismo, evitar el sedentarismo, realizando actividad física, mínimo 30 minutos 3 veces por semana, además de dejar de fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol, son muy importantes para cuidar nuestra salud.

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