¿Cómo saber que tienes una bacteria u hongo en el cerebro? Síntomas y riesgos

Las bacterias se encuentran en todas partes, muchas de ellas capaces de enfermar los órganos de nuestro cuerpo, incluyendo el cerebro. ¿Cómo saber que tienes una bacteria u hongo en el cerebro? Conoce los síntomas y riesgos.

Un dolor de cabeza puede significar muchas cosas: estrés, falta de sueño, resfriado… e ¿infección en el cerebro? Las principales infecciones que las bacterias, virus y hongos pueden causar en nuestro cerebro, son la encefalitis, meningitis y absceso cerebral.

¿Qué es la encefalitis?
La encefalitis es la inflamación del cerebro, cuyo origen más común es una infección viral, aunque muchas veces se desconoce la causa exacta.

Especialistas de Mayo Clinic, explican que puede darse cuando un virus u otro agente afecta directamente el cerebro (encefalitis primaria) o por una reacción defectuosa del sistema inmunitario a una infección en otras partes del cuerpo, atacando a las células sanas del cerebro (encefalitis secundaria).

El virus del herpes simple tipo 1 y 2, el virus de la varicela-zóster, el virus de Epstein-Barr, el virus de la poliomielitis, el virus Coxsackie, algunos virus transmitidos por mosquitos y garrapatas, el virus de la rabia, y algunas infecciones de la infancia, pueden causar encefalitis.

¿Cuáles son los síntomas de la encefalitis?
Uno de los problemas de la encefalitis viral, es que suele causar síntomas similares a la gripe, como dolor de cabeza, fiebre, dolor de músculos y/o articulaciones, y fatiga o debilidad. Sin embargo, pueden volverse más graves:

* Confusión, agitación o alucinaciones

* Convulsiones

* Pérdida de sensibilidad o parálisis en zonas del rostro o cuerpo

* Debilidad muscular

* Problemas para hablar o escuchar

* Pérdida de conciencia

Si presentas estos síntomas, busca ayuda de inmediato, en especial si el dolor de cabeza es intenso, tienes fiebre y alteración de la conciencia. En los niños y bebés, si presentan náuseas y vómitos, rigidez corporal, alimentación deficiente, irritabilidad o protuberancias en los puntos blandos del cráneo, llévalos al médico.

Una vez que se diagnostica, el tratamiento dependerá de la gravedad. En casos leves, puede requerirse solo reposo, líquidos y antiinflamatorios, aunque también pueden ser necesarios medicamentos antivirales y otros tratamientos en casos más graves.

Afortunadamente, una encefalitis relativamente leve puede llevar una recuperación de pocas semanas sin complicaciones a largo plazo. Sin embargo, el tiempo de espera para recibir el tratamiento, tu edad, la causa de la infección y la gravedad, pueden marcar la diferencia.

¿Qué es la meningitis bacteriana?
La meningitis bacteriana es una inflamación rápida de las capas de tejido que cubren el encéfalo y la médula espinal, y del espacio que contiene el líquido localizado entre las meninges.

Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, la consideran una enfermedad muy grave, que llega a ser mortal en pocas horas. Si bien la mayoría de las personas se recuperan de la meningitis, puede resultar en discapacidades permanentes.

La meningitis bacteriana puede ser causada por varios tipos de bacterias, como Streptococcus pneumoniae, Streptococcus del grupo B, Neisseria meningitidis, Haemophilus influenzae y Listeria monocytogenes.

Asimismo, aunque menos común, la Mycobacterium tuberculosis, puede provocarla. Sin embargo, las causas suelen variar por grupo de edad, donde se considera a los bebés como el grupo de mayor riesgo.

¿Cuáles son los síntomas de meningitis bacteriana?
Los síntomas de meningitis bacteriana suelen aparecer de forma repentina, según explican los especialistas, e incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez del cuello, y en algunas ocasiones, también náuseas, vómitos, fotofobia y confusión.

En los bebés, son señales de alerta: estar lentos o inactivos, irritabilidad, vómito, no comer bien, tener la región blanda de la cabeza abultada y los reflejos anormales.

Los síntomas pueden aparecer de 3 a 7 días después de la exposición. En caso de presentarlos, busca ayuda de inmediato para confirmar el diagnóstico y tratarla. El tratamiento suele consistir en antibióticos, pero deben iniciarse lo antes posible.

¿Qué es un absceso cerebral?
Un absceso cerebral, es la acumulación de pus, células inmunitarias y otros materiales en el cerebro a causa de una infección bacteriana o micótica. Por lo tanto, ocurren cuando las bacterias u hongos infectan parte del cerebro, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

La forma como llegan estos microorganismos hasta el cerebro, es a través de la sangre, (siendo la fuente más común una infección pulmonar) o de forma directa, por ejemplo, durante una cirugía cerebral. Finalmente, una infección de los senos paranasales, puede dar lugar a un absceso.


¿Cuáles son los síntomas de un absceso cerebral?
Los síntomas dependen de cada caso, en ocasiones pueden manifestarse lentamente y en otras aparecer de golpe. Entre estos se encuentran:

* Cambios en el estado mental: confusión, procesos cognitivos lentos, incapacidad para concentrarse o somnolencia

* Disminución de la sensibilidad

* Fiebre y escalofríos

* Dolor de cabeza, convulsiones, o cuello rígido

* Dificultades con el lenguaje

* Pérdida de la función muscular, muchas veces solo de un lado

* Cambios en la visión

* Vómitos

* Debilidad

Si presentas estos síntomas, busca ayuda de inmediato, pues los abscesos cerebrales también son considerados emergencia médica, ya que la presión intracraneal pueda aumentar al grado de volverse mortal.

El tratamiento dependerá del tamaño y profundidad del absceso, entre otros factores. En algunos casos se maneja con medicamentos y en otros con cirugía, en especial si la presión intracraneal continúa o empeora.

Identificar y tratar un absceso cerebral, puede marcar la diferencia, pues de no hacerlo suelen ser mortales, de lo contrario, la tasa de mortalidad se reduce del 10 al 30 por ciento, con mejores resultados si se recibe el tratamiento pronto.

Sin embargo, también pueden presentarse complicaciones, como daño cerebral, recurrencia de la infección o convulsiones. Para reducir tu riesgo de desarrollar un absceso cerebral, es importante recibir tratamiento para las diferentes infecciones que atacan tu cuerpo u otros problemas de salud que puedan causarlo.

Ahora que ya sabes cómo saber que tienes una bacteria u hongo en el cerebro, no ignores los síntomas. Conocer las causas y escuchar a tu cuerpo, es fundamental para reducir riesgos y complicaciones. Cuida tu salud.

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