Asma agudo severo: síntomas y tratamiento
Todos los pacientes asmáticos tienen riesgo de sufrir una crisis de asma agudo severo en el curso de su vida. Estos episodios pueden llegar a ser mortales.
El asma es una enfermedad inflamatoria de carácter crónico de la vía aérea asociada con hiperreactividad, limitación reversible del flujo aéreo y síntomas respiratorios.
El aparato respiratorio está formado
La afectación del asma se da, principalmente, en los bronquios y en los bronquiolos que tienen la función de conducir el aire hacia dentro y hacia fuera del pulmón.
Algunos pacientes asmáticos también tienen afectación de la nariz y de los senos paranasales, lo que se conoce como rinosinusitis.
Son muchos los factores que pueden desencadenar una crisis de asma a través de la inflamación de la vía aérea, la contracción del músculo liso de la misma o ambos.
La exposición a los alérgenos, la polución del aire y las infecciones respiratorias son los principales desencadenantes clínicamente identificados.
¿Cuáles son los síntomas del asma agudo severo?
Los síntomas se presentan de manera diferente en cada persona, tanto en la frecuencia como en la gravedad. Entre los más comunes se encuentran:
- Dificultad para respirar grave, opresión o dolor en el pecho y tos o silbido al respirar.
- Valores bajos de flujo espiratorio máximo.
- Síntomas que no responden al uso de un inhalador de acción rápida.
Tratamiento del asma agudo severo
El asma agudo severo es una emergencia médica que debe ser evaluada y tratada con rapidez. La evaluación constituye un proceso con dos dimensiones diferentes:
- Una evaluación estática, con el objetivo de determinar la gravedad de la crisis.
- Una evolución dinámica, con el fin de evaluar la respuesta al tratamiento.
La intensidad del tratamiento estará determinada por la gravedad de la crisis. No obstante, sea cual sea el tratamiento, los objetivos se comparten, siendo estos lo siguientes:
- Corregir la hipoxemia (disminución de los niveles de oxígeno en el organismo) mediante la administración de oxígeno.
- Aliviar la obstrucción de la vía aérea a través de la administración repetida de broncodilatadores inhalados.
- Disminuir la inflamación, así como la prevención de las recaídas, mediante la administración de corticoides sistémicos.
Oxígeno
La hipoxemia, que como hemos visto es la disminución de los niveles de oxígeno en el organismo, se puede corregir, habitualmente, mediante pequeños incrementos de la fracción de oxígeno inspirada a través de máscaras o cánulas nasales.
Broncodilatadores inhalados: agonistas beta
Los fármacos agonistas beta inhalados de corta duración son los medicamentos de elección en el tratamiento del asma severo agudo. Tienen un comienzo de acción rápido (5 minutos) con 6 horas de duración y escasos efectos secundarios.
La vía inhalatoria presenta un comienzo de acción más rápido y menos efectos secundarios que la administración por vía sistémica. Esta última vía solo debería considerarse cuando la respuesta al tratamiento inhalatorio sea pobre.
Anticolinérgicos
La justificación principal del uso de anticolinérgicos en el tratamiento del asma agudo severo es el incremento del tono vagal a nivel de la vía aérea.
Este beneficio se puede demostrar más claramente cuando se utilizan protocolos terapéuticos consistentes en dosis repetidas y altas. Se muestra una reducción de las hospitalizaciones, incrementos de la función pulmonar y una disminución de los costes.
Corticoides sistémicos
Los corticoides sistémicos se deben considerar en el tratamiento de la mayoría de las crisis asmáticas. Estos fármacos no son broncodilatadores, pero son extremadamente efectivos en la reducción de la inflamación de la vía aérea. Los resultados de diferentes estudios sugieren:
- Estos fármacos necesitan aproximadamente entre 6 y 24 horas para desencadenar su acción antiinflamatoria.
- No hay demasiados cambios entre administrarlo por vía oral o intravenosa.
- No se han podido demostrar relaciones de dosis-efecto. Por ello, no hay beneficio en la utilización de dosis muy elevadas.