Prima de mitad de año: cinco consejos de expertos para que no se la gaste de inmediato

Tenga en cuenta cómo aprovechar al máximo este dinero extra y evitar caer en consumos impulsivos.
Con la llegada de la prima en junio, miles de trabajadores en Colombia reciben un alivio económico esperado. Sin embargo, sin una planificación adecuada, este ingreso adicional puede desaparecer rápidamente.
Ese dinero, equivalente a medio salario mensual puede convertirse en una fuente de bienestar o en una oportunidad desaprovechada si no se gestiona adecuadamente. Especialistas en finanzas personales explican cómo actuar de manera estratégica frente a este dinero adicional.
Priorice el pago de deudas, así evita mayores intereses
El primer consejo de los expertos es revisar las deudas vigentes. Según Andrés Moreno Jaramillo, asesor financiero certificado, pagar los créditos más costosos debe ser la prioridad inmediata:
“Si usted tiene tarjetas de crédito con tasas superiores al 30 por ciento efectivo anual, es mejor destinar la prima a reducir ese pasivo. Esto tiene un efecto positivo inmediato sobre sus finanzas personales.”
Recuerde que no todas las deudas son iguales. Se recomienda enfocarse primero en las que generan más intereses o aquellas en mora que afectan negativamente su historial crediticio.
Ahorre una parte, aunque sea mínima
Natalia Useche, economista especializada en educación financiera, asegura que uno de los errores más comunes es gastar toda la prima sin dejar un porcentaje para el ahorro:
“Un mínimo del 20 por ciento debe ir a ahorro. No importa si es una cifra baja; el hábito es más importante. Ese dinero puede respaldarlo en caso de emergencia o servirle para construir un objetivo de largo plazo.”
La experta señala que las cuentas de ahorro programado, los fondos de empleados o incluso los CDT son opciones viables para guardar una parte del dinero sin tentaciones de gasto inmediato.
Evite caer en compras por impulso
Muchos trabajadores suelen destinar la prima a promociones comerciales, viajes o compras emocionales. La psicóloga financiera Marcela Quintero explica que este comportamiento tiene una base emocional:
“Los ingresos adicionales activan mecanismos de recompensa en el cerebro. Sin una pausa racional, es fácil justificar gastos que no estaban previstos ni son realmente necesarios.”
La recomendación de los expertos es aplicar la “regla de las 72 horas”: si quiere comprar algo costoso con la prima, espere tres días, evalúe si sigue siendo importante y revise si está dentro de su presupuesto general.
Invierta en activos o en formación
Para quienes tienen sus gastos cubiertos y pocas deudas, la prima puede convertirse en capital semilla para mejorar su calidad de vida. Juan Carlos Botero, consultor en finanzas personales, sugiere considerar inversiones con retorno:
“Invertir en una reparación de la vivienda, en equipos para su emprendimiento o incluso en formación académica son decisiones que le traen beneficios sostenibles.”
Estas decisiones también pueden incluir estudios de actualización profesional, compra de software, cursos en línea o herramientas necesarias para mejorar la productividad laboral.
Planifique el segundo semestre del año
Gastos escolares, impuestos, matrículas, mantenimientos del vehículo o viajes familiares suelen concentrarse en el segundo semestre del año. La contadora Carolina Suárez afirma que anticiparse a estas obligaciones con parte de la prima ayuda a mantener las finanzas ordenadas, “muchas personas caen en deudas en octubre o diciembre porque no previeron ciertos pagos. Usar parte de la prima para cubrir esos compromisos es una estrategia útil.”
Destinar la prima para el pago de seguros, impuestos prediales, Soat o matrículas también evita recurrir a créditos que luego representan mayores cargas mensuales.
Además, los expertos recomiendan no combinar la prima con el cupo de su tarjeta de crédito, además no se deben adelantar compras de temporada ni comprometer toda la prima antes de recibirla, ya que algunos empleados asumen gastos con base en lo que “van a recibir” sin tener aún el dinero disponible, lo cual genera presión financiera.