Pasivos que se pueden “convertir” en activos para generar dinero extra

Juan compró (para su uso personal) un vehículo de alta gama con los ahorros de años. En cambio, Mario decidió invertir la misma cantidad en bienes raíces. Al cabo de un tiempo, el primero quedó sin empleo y sin otra fuente de dinero, mientras que el segundo no solo conservaba su trabajo, sino que tenía ingresos por más de RD$15,000 mensuales por el alquiler de la vivienda.

Ambos eran de clase media; sin embargo, la diferencia entre uno y otro fue que Mario tenía claro su objetivo: generar riquezas. Por ende, su foco estaba en crear activos que le permitan pagar su estilo de vida y no solo en “generar” pasivos que le saquen dinero de su bolsillo.

La asesora financiera, Luisa Tejada, explica en su libro “60 Consejos prácticos para crear riqueza” que los activos son la “columna vertebral” de los ricos. “Ellos (los ricos) se pasan todo el tiempo creando activos y con estos pagan sus lujos y comodidades”, expresó.

Por eso, diferenciar ambos conceptos le ayudará a iniciar con “buen pie” el camino hacia unas finanzas saludables en el largo plazo.

“Tener más activos que pasivos será un gran reflejo de que sus finanzas van bien. Pero si es lo contrario, habrá problemas graves en su economía personal”, expresó.

Ante la inquietud de qué tipos de activos usted puede crear, Tejada sostiene que hay muchas formas. “Claro que dependerá de sus talentos y de los negocios que quieras hacer”, expresa al indicar antes de adquirir un bien usted debe preguntarse: “¿realmente lo necesito? ¿Tengo capacidad de pago? ¿Hay espacio en mi presupuesto para pagarlo?”.

Un ejemplo de un pasivo es un vehículo de uso privado. Es un medio que le da comodidad y le genera gastos en su presupuesto familiar. Sin embargo, si usted toma ese automóvil para hacer taxi (Uber), de ser un pasivo se convertiría en un activo que le genera ingresos extras.

Otro caso de pasivo sería una casa de verano que también le genera bienestar y gastos, pero si coloca esa vivienda en alquiler (Airbnb), pasaría a ser un activo gratificante para su billetera, por la rentabilidad.

Ventajas
Tener activos que paguen su estilo de vida le permite múltiples beneficios. La especialista en finanzas destaca la libertad de elegir cuándo trabajar, cómo y con quién; dedicar más tiempo a lo que ama; no depender de un trabajo fijo para vivir o del Gobierno, empresas u otra entidad para generar ingresos. Recuerda que para que sea un activo debe tener capacidad de generar beneficios económicos.

Dificultad
Pero, ¿qué sucede cuando la persona sólo se preocupa por acumular pasivos? Entonces, es alguien que empieza a formar parte de un grupo grande de gente que vive la denominada “carrera de la rata”.

Tejada argumenta que esta expresión la acuñó por primera vez Robert Kiyosaki, autor del libro “Padre Rico, Padre Pobre”, en donde explica que este síndrome consiste en trabajar sólo para pagar deudas, endeudarse nuevamente, luego trabajar más para pagar nuevas deudas hasta no lograr salir de ese círculo vicioso que lo deja cansado y con más deudas.

Educación, ¿un activo?
Definitivamente. A juicio de Tejada invertir en su mentalidad es el mejor negocio que usted puede hacer, pues a través del conocimiento aplicado se crean mejores ideas que le permitan generar activos y que estos paguen sus egresos.

“Hace falta más conocimiento en la materia. Programas que difundan más la educación financiera y su importancia”, expresó. “La enseñanza financiera no se imparte en el sistema educativo, debido a que la forma en que están programadas las instituciones educativas es para crear empleados y no emprendedores”, acotó.

Los conceptos tienen sus diferencias y hay que saberlas
Algo que usted debe diferenciar es que cuando se habla de activos y pasivos no es lo mismo que decir “ingresos pasivos” o “ingresos activos”. En otras palabras, los activos son bienes y servicios que ponen dinero a su bolsillo. “Por ejemplo, mi libro es un activo para mí”, cita Tejada.

En tanto, pasivos son esas deudas y obligaciones que sacan dinero de su billetera. “Por ejemplo, mi hipoteca es un pasivo para mí”, subraya. No obstante, los ingresos pasivos son el dinero que usted recibe de forma recurrente luego de haber hecho un trabajo que ya no requiere de su presencia física para obtenerlo.

“Por ejemplo, las ganancias que recibo por la venta de mi libro”. Mientras que los ingresos activos son el dinero que se obtiene por su trabajo fijo y que requiere asistencia física. “Por ejemplo, mi sueldo cuando era empleada”.

También puede ser la venta de un ‘infoproducto’ (taller, ebook, curso). “No hay libertad financiera sin ingresos pasivos, puesto que estos son los que dan la flexibilidad de tiempo, de utilizarlo de la manera que le guste y tener la libertad de elegir”, enfatiza la fundadora de la firma Mi Libertad Financiera.

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