Reportaje: “Envejecimiento y olvido”

Apenas logra sostenerse, sus pies cansados, la mirada perdida en el tiempo, su rostro envejecido por los años; es el día a día de Camilo Antonio Jerez que a sus 80 años vive entre envejecimiento y olvido.
En este cuarto arropado por la basura, entre los escombros y ratas, sin comodidad alguna, Camilo, mira pasar el tiempo sin que nada a su alrededor cambie de curso, sin que alguna mirada de compasión lleve paz y tranquilidad a su agotado entorno.
Dice que su única compañía es Dios, que por las noches al sentirse solo, llora en silencio, desamparado, pero con la fe firme a la espera de cambiar su realidad.
No tiene bastón, su sostén es un palo que utiliza para desplazarse por los estrechos pasillos del humilde cuarto, a merced de los obstáculos que en ocasiones no vislumbra por la edad.
Sin energía eléctrica, agua potable, u otra comodidad, arrastra sus chancletas junto hasta llegar a la silla que espera en la entrada del espacio que llama vivienda