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¿Luz solar contra bacterias? Así funciona el apósito que frena infecciones

La resistencia bacteriana es hoy un desafío global en salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso excesivo e inadecuado de antibióticos ha acelerado la aparición de cepas resistentes, poniendo en riesgo tratamientos comunes y procedimientos médicos rutinarios.

En respuesta a ese problema, un equipo de investigadores ha diseñado un tipo de apósito que se activa con luz solar para inhibir el crecimiento bacteriano sin recurrir a antibióticos.

¿Qué son los apósitos activados por luz solar y cómo funcionan?
Estos apósitos del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid ICMM-CSIC incorporan un material poroso que combina MOF (siglas en inglés de Metal‑Organic Frameworks, estructuras cristalinas y porosas formadas por átomos metálicos enlazados con moléculas orgánicas) con celulosa, un polímero natural presente en plantas.

  • MOF basado en titanio: es biocompatible y tiene toxidad mínima; actúa como el componente activo que, al recibir luz visible o solar, desencadena reacciones químicas que generan moléculas (como especies reactivas del oxígeno) capaces de inhibir bacterias.
  • Celulosa: aporta flexibilidad, transparencia, adaptabilidad al contorno de la herida y carácter biodegradable, lo que mejora la integración con el tejido y reduce residuos.

El resultado final es un film o parche que, al exponerse a la luz, activa su acción antimicrobiana sin necesidad de añadir antibióticos.

 Canva.

Ventajas frente al uso tradicional de antibióticos
1. No depende de antibióticos
Esta tecnología reduce la necesidad de antibióticos sistémicos o tópicos, una ventaja crucial frente a la resistencia bacteriana.

2. Acción localizada y controlada
La reacción solo ocurre donde llega la luz, por lo que el efecto se concentra en la zona tratada, minimizando posibles daños a células sanas circundantes.

3. Sostenibilidad ambiental
La celulosa es renovable, biodegradable y de bajo impacto ambiental. Esto convierte al apósito en una alternativa más ecológica frente a vendajes convencionales que contienen materiales sintéticos no degradables.

4. Comodidad y estética
La combinación del MOF con celulosa da como resultado un material delgado, translúcido y flexible, que no es invasivo visualmente y puede adaptarse incluso a heridas irregulares.

Estas ventajas son consistentes con las tendencias recientes en investigación en antimicrobianos fotocatalíticos, que se consideran una estrategia promissora frente a la crisis de los antibióticos.

Experimentos y resultados frente a Staphylococcus aureus
Para demostrar su eficacia, los investigadores del ICMM‑CSIC lo evaluaron usando la bacteria Staphylococcus aureus, una de las más frecuentes en infecciones cutáneas y heridas.

  • Bajo luz visible, observaron una reducción superior al 50 % en el crecimiento bacteriano.
  • No se logra eliminar completamente todas las bacterias en todos los casos, pero sí se controla su proliferación de forma significativa mediante la activación luminosa.
  • Además, los científicos mencionan que los poros del MOF podrían cargarse con fármacos antimicrobianos, permitiendo una doble acción: fotoactivación + liberación controlada de medicamentos.

Estos resultados preliminares son alentadores y apoyan la aplicabilidad de estos materiales en terapias antimicrobianas fotocatalíticas.

 Canva.

Biocompatibilidad, seguridad y mecanismos de acción
El MOF ha sido diseñado para no ser tóxico y para integrarse bien al contacto con la piel, lo que es clave para su uso seguro. La celulosa favorece la absorción de fluidos de la herida y la regeneración tisular sin efectos adversos.

Cuando la luz incide sobre el apósito, el MOF absorbe fotones y activa reacciones químicas que generan especies reactivas del oxígeno (ROS) u otras moléculas oxidantes. Estas moléculas dañan las membranas celulares bacterianas, el ADN o las proteínas, incapacitando su reproducción.

Este mecanismo se basa en principios de fotocatálisis antimicrobiana, un área de investigación emergente que busca alternativas sin resistencia para destruir patógenos mediante luz y materiales semiconductores u orgánicos.

Un estudio (sobre fotocatálisis antimicrobiana) señala que estos agentes no suelen inducir resistencia bacteriana, dado que su modo de acción es físico-químico en lugar de molecular específico

Los apósitos activados por luz solar combinando MOF y celulosa representan una prometedora innovación para el control de infecciones cutáneas sin usar antibióticos.

Su acción localizada, sostenibilidad y buenas propiedades físicas los hacen candidatos interesantes para el futuro de la terapia antimicrobiana.

Aunque aún falta validar su uso en condiciones clínicas reales, los resultados iniciales son esperanzadores en la lucha contra la resistencia bacteriana.