Más hogares viven de ‘cheque en cheque’: ¿por qué esta tendencia continúa?
Amedida que la inflación se mantiene alta con un aumento del 3% interanual, el 29% de los hogares de bajos ingresos enfrenta dificultades económicas, revelando una alarmante tendencia de vivir ‘de cheque en cheque’, mientras el crecimiento salarial permanece estancado y los precios aumentan más rápido que los salarios después de impuestos de los hogares de ingresos medios y bajos desde enero de 2025.
En un análisis de octubre de 2024 elaborado por el Bank of America Institute (BofA Institute), reveló cómo cada vez más consumidores se sentían presionados financieramente cada año, pero que la desaceleración de la inflación podría aliviar parte de la carga de cara a 2025.
Sin embargo, la inflación se ha mantenido alta, con un incremento del 3% interanual en septiembre, respecto al mismo mes del año anterior y el crecimiento de los salarios después de impuestos, se mantiene en un ritmo inferior para los hogares de ingresos medios y bajos, con aumentos del 2% y 1% interanual, respectivamente, en octubre.
El único dato favorable de esta tendencia es que, aunque más personas viven de cheque en cheque, la tasa de crecimiento se ha desacelerado de manera consistente.
Una forma de medir cómo la desaceleración de los salarios y los niveles de inflación rígidos están presionando los ingresos de los consumidores es estimar la proporción de hogares que viven ‘de cheque en cheque’, utilizando datos internos de depósitos y gastos de los consumidores de Bank of America.
“Definimos vivir ‘de cheque en cheque’ utilizando una definición bastante amplia de gasto por necesidad, que cubre áreas como vivienda, gasolina, comestibles, facturas de servicios públicos, suscripciones a proveedores de servicios de Internet, transporte público y cuidado de niños”, establece el estudio de BofA.
Posteriormente se identificó la proporción de hogares en los que el gasto de necesidad es mayor al 95% de sus ingresos familiares, dejándolos prácticamente sin posibilidades de realizar gastos discrecionales o ahorros ‘agradables’. Como resultado, casi el 24% de los hogares en lo que va de 2025 se clasificarían como ‘de cheque en cheque’, un aumento de 0.3% respecto a 2024, aunque es una tasa de crecimiento casi tres veces inferior a la del año pasado.
Además se evaluó la proporción de hogares donde el gasto por necesidad es superior al 90% de sus ingresos familiares y mostró un resultado similar. Este comportamiento indica que más hogares están sintiendo la presión, pero la tasa de aumento en su número se ha desacelerado.
Los hogares de bajos ingresos y de mediana edad son los más afectados
Por otra parte, el crecimiento salarial promedio de los hogares de mayores ingresos se está acelerando en comparación con los hogares de menores ingresos. Este año se registró un incremento del 29%, frente al 28.6% en 2024 y el 27.1% en 2023.
Sin embargo, ha habido un incremento marginal o ninguno, respecto a los hogares de ingresos medios o altos que viven de cheque en cheque, lo cual refleja presumiblemente que se ha desacelerado el crecimiento salarial entre los estratos sociales más bajos.
Por edad, el análisis del BofA reveló que más hogares de mediana edad (por ejemplo, Millennials y Gen X) viven de cheque en cheque desde el año pasado. Mientras que la Generación Z y los tradicionalistas que viven de cheque en cheque apenas ha aumentado.
Los hogares millennials de mayores ingresos han visto crecer sus salarios promedio 5% más rápido que los hogares de bajos ingresos en la misma generación. En el caso de la Generación X de mayores ingresos ha superado a sus contrapartes de bajos ingresos en 4% y los Baby Boomers de mayores ingresos han visto aumentos salariales y los de bajos ingresos disminuyen.
En consecuencia, los segmentos de mayores ingresos tienen más capacidad de absorber la reaceleración de la inflación gracias a su enorme crecimiento salarial, mientras que los hogares de menores ingresos no pueden seguir el ritmo. También es posible que los ‘efectos de riqueza’ (mayores niveles de propiedad de acciones, viviendas, etc.) están impulsando a los hogares de mayores ingresos.
La ubicación importa en la diferencia salarial
De manera regional, los hogares del sur y el oeste han visto cierta disminución de la presión financiera este año, junto con estados como: Delaware, DC, Florida, Georgia, Maryland, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia y Virginia Occidental y las divisiones del oeste (especialmente Arizona, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming), tienen la mayor proporción de hogares que viven de cheque en cheque.
Mientras que, las divisiones con la participación más baja se encuentran en el noreste, particularmente Nueva Jersey, Nueva York y Pennsylvania y el Medio Oeste (Illinois, Indiana, Michigan, Ohio y Wisconsin).
Sin embargo, en el último año la proporción de hogares que viven de cheque en cheque en 2025 en las divisiones del censo del noreste y el medio oeste aumentó en comparación con el año anterior, mientras que ha disminuido para los que viven en el sur y el oeste.
Los datos de inflación de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) pueden explicar parte de la historia, agrega el reporte. El sur y el oeste tuvieron algunas de las tasas de inflación más bajas del país el año pasado, lo que probablemente alivió parte de la carga financiera para los consumidores en estas regiones.
Sin embargo, la inflación ha comenzado a acelerarse este año, especialmente para estados de la división de montaña (Arizona, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming). Por lo tanto, es posible que estos costos crecientes renueven o amplíen la presión financiera sobre los consumidores en estas áreas después de un breve respiro.
Finalmente, el estudio indica que el 29% de los hogares de bajos ingresos viven de cheque en cheque, frente al año pasado y 2023. Mientras que los hogares de ingresos medios y altos que viven de cheque en cheque apenas se ha movido.