Editorial de NTN: "Ojalá que no lo dañen"

Luego del escándalo de la Lotería Nacional, el presidente Luis Abinader emitió el decreto 334-21, donde dispone la suspensión provisional por un plazo de 60 días renovables, de conformidad al artículo 88 de la Ley Núm. 41-08 de Función Pública, del administrador de la Lotería Nacional Dominicana, señor Luis Maisichell Dicent.

Pero uno no entiende cómo el presidente cayó en ese gancho de colocar al frente de la lotería a un accionista de ese tipo de negocios.

Y no solo eso, si no que el propio jefe de seguridad de la Lotería Nacional, coronel Oscar Tavares Castillo, también es propietario de bancas de apuestas y pertenece al Consorcio Gedom, de donde su jefe es accionista.

Y aunque el director de la lotería ha dicho que no tiene bancas, Gedom empresa de la que es socio se encarga de: venta, producción y comercialización de sorteos, lotos, juegos al azar, juegos de loterías electrónicas, loterías instantáneas actuales y futuros, además la venta de varios servicios en las terminales de las bancas de lotería.

El Presidente Luis Abinader tendrá que auxiliarse con equipo quirúrgico robotizado para empezar a limpiar su entorno si quiere terminar medianamente limpio.

Sabemos que tiene buenas intenciones y lo ha demostrado con la práctica, pero ese estercolero, mezclado con pirañas, puede ensuciarlo.

Ojalá que no lo dañen...