MÁS ATENTOS QUE NUNCA

Este año el Atlántico tendrá una temporada de huracanes muy por encima del promedio, con la posibilidad de hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete pueden ser de categoría mayor, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos.
El pronóstico refleja que este año se podrán formar un total de entre 17 y 25 tormentas, es decir, con vientos máximos sostenidos por encima de los 62 kilómetros por hora.
El primero, nombrado Beryl mantiene esta semana en alerta a Jamaica, Haití y República Dominicana tras dejar al menos cuatro muertos y destrucción en el Caribe Oriental, y preocupa a la comunidad científica por la rapidez en su formación y para alcanzar la mayor potencia que puede tener un ciclón, la categoría 5.
Beryl ya causó al menos cuatro muertes: tres en Granada, y una en San Vicente y las Granadinas, pero según las autoridades pueden ser más las víctimas mortales en estas islas y otras como Cariobacú, donde tocó tierra el lunes como categoría 4.
Igualmente el ciclón, el primero de la temporada de huracanes del Atlántico, ha dejado destrucción significativa de edificios, carreteras y embarcaciones en varios países de la Comunidad del Caribe (Caricom), que suspendió su reunión anual.
El meteorólogo José Manuel Galvez dijo a EFE que en los últimos años se ha visto un proceso conocido como "intensificación rápida" de estos sistemas tropicales, el cual "tiende a prevalecer".
Beryl sorprendió así a los pequeños archipiélagos del Caribe Oriental con su rápida formación y capacidad de ganar potencia, que según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un "alarmante precedente".
La agencia meteorológica de la ONU subrayó este martes que desde que se tiene registro, nunca se había formado a estas alturas del año un huracán de máxima intensidad en el Atlántico.
En la actual temporada atlántica ya se han formado tres tormentas tropicales con nombre: Alberto, Beryl y Chris, esta última que también tuvo un rápido desarrollo y causó estragos en México.
Para la OMM la llegada de Beryl con esta fuerza dos semanas antes de lo habitual podría ser el anticipo de "una estación muy activa y con riesgos para toda la cuenca atlántica".
Con este fenómeno atmosférico devastador es una clara señal de lo que puede pasar en esta temporada ciclónica que a penas comienza.
Las autoridades deben mantenerse más atentos que nunca.