BUSCAR LAS CABEZAS.

Sin lugar a dudas la cabeza detrás de los problemas que vienen creando el caos en Haití no es Barbicue.
Alguien mueve los hilos desde dentro o desde afuera.
Y lo demuestran las
23 mil armas de fuego y una cantidad significativa de narcóticos destinados a Haití incautados por el gobierno de Estados Unidos este año.
El valor total de estas confiscaciones supera el millón de dólares estadounidenses, lo que subraya la magnitud de las operaciones llevadas a cabo para contrarrestar las redes ilícitas, precisó el sitio digital Noticias Kominotek.
Funcionarios norteamericanos aseguraron que las incautaciones son el resultado de una estrecha colaboración entre los dos países, incluido el intercambio de inteligencia y las operaciones conjuntas.
Estas acciones -según la fuente- buscan debilitar a los grupos criminales transnacionales que se aprovechan de la inestabilidad en Haití para establecer sus redes.
Así que, si de verdad quieren intentar controlar el caos haitiano, deben tratar de localizar las cabezas que mueven los hilos de la tragedia.
La mayoría de las armas y municiones que utilizan los pandilleros, que martirizan a la población, provienen de Estados Unidos.