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¿Música o descomposición? Lo que revela el video de una artista en la escuela

En los últimos días, ha circulado en las redes sociales un video de la artista conocida como “Shupamela” en un centro educativo, donde interpretó letras cargadas de contenido sexual de manera explícita. Este hecho ha encendido el debate social y ha puesto en evidencia una preocupante realidad y es la falta de control, criterio y responsabilidad por parte de quienes gestionan nuestro espacio escolar. Las autoridades educativas deben asumir con responsabilidad este hecho inaceptable.

El ministro de Educación, Luis Miguel Decamps expresó que se tomarán medidas disciplinarias contra los responsables de permitir esta actividad inapropiada en un centro educativo, la acción no es suficiente para generar un precedente.

Como joven comprometido con el desarrollo sano de nuestra niñez y adolescencia, considero que este caso no se puede pasar por alto ni tratarse como un simple error o descuido. Es el reflejo de un deterioro moral y una falta de filtro en educación que debe preocuparnos seriamente.

Las escuelas no pueden convertirse en escenarios para promover letras que exalten la vulgaridad, la cosificación y el sexo sin ningún enfoque educativo. El arte tiene poder, pero también tiene responsabilidad. Lo que se consume, se imita, se normaliza.

Las consecuencias para los responsables deben ir más allá del escándalo mediático: debe haber sanciones administrativas, correctivas y una revisión profunda de cómo se están usando los espacios escolares.

La infancia debe ser protegida, no expuesta, tomando en cuenta siempre que la escuela es un espacio de formación, no de espectáculos de estas índoles. Este video debe servir como alerta nacional para recuperar la dignidad del sistema educativo y no repetir el error de normalizar lo inaceptable. La educación no puede ser cómplice del retroceso social.

El autor es Psicólogo clínico y miembro del Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI).