4 cosas aumentan la graduación de tus lentes aunque los uses todo el tiempo

Quienes usamos lentes de vista creemos que al utilizarlos a diario frenamos un poco la progresión del problema de visión, ya que no sobreforzamos los ojos para enfocar. Sin embargo, existen algunos casos en los que puede aumentar la graduación de los lentes aunque los tengas puestos todo el día.

 

¿Por qué usamos lentes?
El uso de lentes para la vista generalmente es para corregir errores de refracción, el tipo más común de problema de visión. De acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se produce cuando la córnea del ojo no permite enfocar bien, ocasionando algunos de los siguientes síntomas:

• Visión borrosa.
• Dificultad para ver de cerca.
• Dificultad para ver de lejos.
• Fatiga visual.
• Visión doble (diplopía).
• Destellos o halos alrededor de las luces.
• Entrecerrar los ojos o fruncir el ceño para ver con más claridad.

El problema con los errores de refracción es que los principales signos no siempre son evidentes. De ahí la importancia de realizar exámenes de la vista por lo menos una vez cada año. Entre los principales errores de refracción se encuentran la miopía, la dificultad para ver con claridad objetos lejanos, ya que aparecen borrosos, pero también:

• Hipermetropía: dificultad para enfocar objetos cercanos e intermedios, que se ven borrosos.
• Astigmatismo: Provoca visión borrosa tanto en objetos lejanos como cercanos.
• Presbicia: Es un problema de visión que afecta a adultos de mediana edad y dificulta la visualización de objetos cercanos con claridad.

 

¿Por qué aumenta la graduación de los lentes?
El envejecimiento no es el único factor que puede causar un cambio significativo en la graduación de los lentes, ya que con la edad perdemos la capacidad para enfocar e incluso podemos desarrollar daños en la retina, ocasionando problemas de visión como la degeneración macular, un trastorno de la vista que el actor Eric del Castillo reveló que padece y ha afectado su carrera.

Por otra parte, existen algunos problemas de salud que pueden aumentar la graduación de los lentes, por ejemplo, la diabetes que debido a las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, puede ocasionar cambios en la graduación de las gafas.

Además, la diabetes aumenta la probabilidad de desarrollar glaucoma, cataratas, retinopatía diabética o edema macular diabético. Por ello, es fundamental mantener bajo control los niveles de azúcar en la sangre para prevenir complicaciones que terminen afectando la visión.

La presión arterial alta también puede ocasionar daño en los vasos sanguíneos de la retina, el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo donde se enfocan las imágenes, aumentando la probabilidad de desarrollar cambios en la graduación de los lentes.

 

Las lesiones oculares son otro de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cambios en la graduación de los lentes. Por ejemplo, una lesión que altere la forma de la córnea o el cristalino puede resultar en una visión más borrosa o una mayor dificultad para enfocar correctamente.

Durante el embarazo, algunas mujeres pueden experimentar cambios temporales en su visión debido a desequilibrios hormonales, afectando la forma de la córnea o el grosor del cristalino, lo que a su vez puede influir en la graduación de los lentes. Sin embargo, los cambios suelen ser temporales.

Algunos medicamentos, como ciertos tipos de corticosteroides o medicamentos utilizados para tratar enfermedades sistémicas, pueden afectar la salud ocular y la graduación de los lentes. Los efectos secundarios de estos medicamentos pueden incluir la aparición de cataratas, aumento de la presión intraocular u otros problemas oculares que requieran una corrección diferente en la graduación de los lentes.

 

¿Qué hacer para que no aumente la graduación de los lentes de la vista?
Para evitar que la graduación de los lentes de la vista aumente, no dudes en seguir las siguientes recomendaciones:

• Examen de la vista con regularidad: Es esencial programar exámenes de la vista periódicos con un oftalmólogo o un optometrista. Estas revisiones pueden detectar problemas o cambios en la visión antes de que se vuelvan significativos.
• Cumplir con las prescripciones: usa tus lentes según lo indicado por el oftalmólogo, ayudará a mantener la visión estable.
• Evitar la fatiga visual: Descansa tus ojos regularmente, especialmente si pasas mucho tiempo frente a un dispositivo. La regla "20-20-20" puede ser útil: cada 20 minutos, mira a algo que esté a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos.
• Protección solar: Usa gafas de sol que bloqueen los rayos ultravioleta (UV) cuando estés al aire libre. La exposición excesiva a la radiación UV puede aumentar el riesgo de problemas oculares y empeorar la graduación.

Ahora que ya sabes por qué aumenta la graduación de los lentes, aplícate con estas recomendaciones para mantener tu vista estable. ¡Cuídate mucho!