¿Por qué aún no hay vacuna contra VIH? Avances y cuáles serían sus beneficios

"Lo descubrí gracias a los análisis prenatales. ¡Tenía el VIH! La felicidad por mi embarazo duró muy poquito. Han sido los días más amargos. Sin dormir ni comer, toda mi vida se ha resumido en investigar en redes sociales y buscadores la palabra VIH…”, testimonio anónimo.

Sería un 5 de junio de 1981 cuando el mundo tendría la primera noticia de una enfermedad capaz de devastar el sistema inmunológico. A través de sus páginas, el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, describiría los misteriosos casos de cinco hombres homosexuales que habían enfermado de neumonía por hongo Pneumocystis carinii, un tipo que generalmente afecta a personas severamente inmunodeprimidas.

Tres años después, los científicos tendrían el nombre del culpable: Sida/VIH. Para abril de 1984, la entonces Secretaria de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Margaret Heckler, declararía en conferencia que una vacuna estaría lista en el lapso de dos años. La protección venía en camino…

¿Dónde está la vacuna?
En medio de una pandemia que colapsó economías y paralizó naciones enteras por más de un año, y que hoy parece llegar a su fin con las vacunas contra el Covid-19. Es justo preguntarnos, ¿por qué no sucedió lo mismo con el VIH?

 ¿Por qué aún no hay una vacuna contra VIH y sí contra el Covid-19?

Información de Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America

La respuesta está en la misma obra maestra de la naturaleza que es el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) — y que hasta ahora no se ha comprobado que provenga de un laboratorio, como prototipo de un arma química—, y que Salud180 de la mano de expertos en el tema te lo explica.

"La particularidad del VIH, a diferencia de otros virus para los que ya existen vacunas, es que utiliza para su reproducción una enzima llamada transcriptasa inversa; convierte el ARN del agente en ADN vírico. Aunque en cada réplica, dentro del cuerpo humano, presenta fallas. Es decir, el virus muta”, señala en entrevista, Yessica Pérez González, médico internista e infectóloga del Hospital Ángeles Clínica Londres.

Si entre hermanos que compartimos genética, educación y regaños no somos iguales. ¿Por qué creemos que los virus tendrían que serlo?

"Otra disparidad es la cantidad y la característica de la proteína que se encuentra en su envoltorio o superficie: glicoproteína. Una estructura compuesta de azúcar y proteína que dificulta a los anticuerpos adherirse. Lo que no sucede en el caso del Covid-19”, aclara la experta.

En resumen, el VIH ha desarrollado la capacidad de tolerar y generar mutaciones en su genética. Lo que significa que hay entre las cepas del virus una gran variación, no solo de un individuo a otro, sino dentro de la misma persona. ¡Sí, está un paso adelante de las respuestas inmunitarias! 

  ¿Por qué aún no hay vacuna contra VIH? Avances y cuáles serían sus beneficios

Información de Global information and education on HIV and AIDS

VIH un virus implacable: ¿los científicos se han dado por vencidos?
"Las vacunas tienen por objetivo enseñar al cuerpo a detectar y destruir el virus cuando éste penetra en el organismo”, indica en entrevista, el doctor Rodrigo Romero Feregrino, coordinador general de la Asociación Mexicana de Vacunologia.

Ahora bien, ¿cómo lograr dicho efecto en un virus que se modifica de generación en generación?

"Hay muchas tecnologías para elaborar vacunas y todas tienen un mismo fin: exponer al cuerpo a pedazos o al virus completo para generar una memoria en el humano. Algunas de ellas son 'virus inactivados' o 'vacuna muerta', en la que el virus solo tiene proteínas y se introduce en el cuerpo evitando la enfermedad. Hay otras como la de 'virus vivos atenuados' que se utiliza en vacunas como la del Sarampión”, indica el doctor Rodrigo Romero.

El monumental desafío por confeccionar una vacuna lo suficientemente poderosa para desencadenar una respuesta inmunitaria superior a la que la naturaleza produce, ha allanado el camino para otras vacunas como son las de Covid-19 y ha forzado a los investigadores a abordar múltiples enfoques.

Vacuna 'Mosaico'
Uno de ellos, y que actualmente está en ensayos clínicos de última etapa, se basa en 'inmunógenos en mosaico'. Una mezcla de diversos componentes de los muchos subtipos de VIH que existen hasta el momento.

El estudio de esta opción en su fase 2, llamado Imbokodo, se extendió al área del sur de África y se enfocó en evaluar la seguridad y eficacia en más de 2 mil 600 mujeres. En su fase 3, denominado HPX3002 / HVTN 706 o Mosaico, se inscribirá a 3 mil 800 hombre con VIH negativo y personas transgénero de entre 18 a 60 años, y se concentrará en población en Argentina, Brasil, Italia, México, Perú, Polonia y España. 

  ¿Por qué aún no hay vacuna contra VIH? Avances y cuáles serían sus beneficios

Información de National Institute of Allergy and Infectious Diseases

Vacuna 'Anticuerpos ampliamente neutralizantes'
Se trata de administrar bNAB (anticuerpos ampliamente neutralizantes) que eviten que personas sanas adquieran cualquier cepa de VIH susceptible a ese anticuerpo. Paralelamente se está investigando la alternativa de vacunas que estimulen las células B del sistema inmunológico que generé en él los bNAb.

"No obstante, los resultados de estas vacunas los tendremos en los próximos años; se espera que para el 2024”, aclara la experta Yessica Pérez.

Si hay antivirales y tratamiento que dan calidad de vida a pacientes con VIH, ¿para qué insistir en una vacuna?
"Las vacunas han sido presas de su éxito. Su eficiencia en disminuir la presencia de enfermedades, ha ocasionado que mucha gente crea que no las necesita”, enfatiza el doctor Rodrigo Romero.

Lo cierto es que aún hoy en día, las vacunas son el arma más potente que tiene la humanidad contra las enfermedades virales; como es el caso de la poliomielitis. ¿Cuándo has visto a una persona encadenada a un 'pulmón de acero'? Cámara de acero que ayudaba a respirar a los pacientes que habían sufrido parálisis en los pulmones. O bien, ¿cuándo has observado a un perro en la calle con espuma en el hocico, sin rabia?

Una vacuna contra el VIH tampoco sería estímulo de una “sexualidad irresponsable”. ¿La razón? Desde un bebé hasta una sexo servidora son vulnerables a contraerlo, y el motivo es por la confianza. Confianza en la pareja, confianza que los instrumentos quirúrgicos están esterilizados, confianza en que otro ser humano no es capaz de hacerle daño a otro.

Simplemente, no debemos olvidar que la palabra vacuna es sinónimo de vida. ¡Y que no debemos dejar de aplicarlas y promover su investigación!

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