Constitución de RD: 181 años de historia, reformas y búsqueda de «una democracia más representativa»
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Este jueves se cumplirán 181 años del día en que un grupo de hombres libres se reunió en la villa de San Cristóbal, para dar forma a la primera Constitución dominicana, el 6 de noviembre de 1844. Aquel documento, inspirado en los ideales de independencia, justicia y soberanía, se convirtió en el cimiento de una nación que nacía con la esperanza de un futuro autodeterminado.
Desde entonces, la Constitución ha sido el reflejo vivo de los cambios políticos, sociales y morales de la República Dominicana, una carta magna que lejos de permanecer inmóvil, se ha reescrito una y otra vez para intentar adecuarse a las aspiraciones y desafíos de cada época, en busca de «una democracia más representativa».
En ese sentido, a lo largo de su historia ha sido reformada en 40 ocasiones, posicionándose entre las más cambiadas de América Latina. Cada reforma ha dejado una huella, a veces de progreso y otras de disputa.
De 1844 a hoy: una historia de poder y reformas
La primera Constitución, proclamada en 1844, estableció un modelo liberal con principios avanzados para su tiempo. Sin embargo, apenas diez años después, en 1854, se registró la primera modificación, en la cual se ampliaron los poderes del Ejecutivo y se extendió el período presidencial de cuatro a seis años, permitiendo dos mandatos consecutivos.
Desde entonces, las reformas constitucionales se convirtieron en un termómetro político de la nación. La primera modificación significativa ocurrió en 1854, cuando se restringieron los poderes del Ejecutivo. Aquí, se extendió el período presidencial de 4 a 6 años y se estableció de manera transitoria que el presidente permanecerá en el poder por dos períodos consecutivos.
Entre las modificaciones que se han hecho a la carta magna para permitir la reelección presidencial, se encuentran la del 1872, en la cual además de aprobar la repostulación, se prohibió que los protestantes pudieran celebrar cultos en sus templos y declaró el catolicismo como la religión oficial.
Asimismo, en el 1896 se estableció la reelección indefinida; en 1966 se restauró la reelección presidencial tras un período de inestabilidad; en 1994 se eliminó la reelección presidencial y se redujo el período presidencial a dos años; en el 2002 se modificó para permitir un segundo período consecutivo, prohibiendo futuras postulaciones; en el 2015 se aprobó que presidente de la República podrá optar por un segundo período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República.
La Constitución como campo de batalla política
En medio de las distintas reformas que ha sufrido la Constitución, y de los constantes supuestos intentos por ajustarla a las dinámicas del poder político, la historia reciente del país ha estado marcada por recurrentes tensiones políticas. Cada intento de reforma ha despertado pasiones, movilizaciones y acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición.
El caso más reciente ocurrió en agosto de 2024, el expresidente de la República, Danilo Medina, calificó de “riesgosa” la reforma constitucional impulsada por el actual Gobierno, cuestionando las verdaderas intenciones detrás del proyecto. En respuesta, el presidente Luis Abinader replicó que “de alto riesgo era el intento de modificación a la reelección en el 2019”, en alusión al fallido esfuerzo del entonces mandatario Medina por habilitarse para un nuevo período.
En aquella ocasión, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acusó al Gobierno de actuar con improvisación y falta de transparencia. A través de un comunicado, la organización denunció que la propuesta de reforma fue presentada sin el debido consenso y criticó que ni siquiera la Procuraduría General de la República, encabezada en ese momento por Miriam Germán Brito, había sido consultada.
De su lado, la Fuerza del Pueblo (FP), liderada por Leonel Fernández, también rechazó categóricamente la propuesta de modificación. En junio de 2024, su vicepresidente Radhamés Jiménez advirtió que “la Constitución no se toca” y amenazó con llevar la lucha a las calles si el Gobierno insistía en imponer su “mayoría mecánica”. Jiménez sostuvo que la supuesta búsqueda de independencia del Ministerio Público era un pretexto y que detrás del proyecto se escondían intenciones “non sanctas”, entre ellas la posibilidad de alterar las reglas de reelección o el porcentaje del 50 + 1 para ganar en primera vuelta.
La Constitución de 2024: una reforma para blindar la democracia
El 27 de octubre de 2024, el país escribió un nuevo capítulo en su historia constitucional. En una ceremonia ante la Asamblea Nacional, el presidente Luis Abinader recibió la nueva Constitución reformada, consolidando una versión que busca fortalecer la institucionalidad, la independencia de la justicia y la transparencia democrática.
Durante su discurso, el mandatario subrayó que la nueva reforma consagra “la alternancia en el poder como principio inmodificable”, a través de la ampliación del artículo 268, que prohíbe cualquier intento de alterar las normas sobre elección presidencial para beneficio personal.
“Con esta medida, ningún presidente, presente o futuro podrá modificar las reglas de elección para extender su mandato. La Constitución no es un conjunto de palabras técnicas; es el alma de nuestro pueblo”, afirmó Abinader durante la proclamación.
Entre los cambios más relevantes se encuentran:
- La reducción del número de diputados para hacer más eficiente la representación legislativa.
- La unificación de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales a partir de 2032.
- La independencia del Ministerio Público, que pasa a ser designado por el Consejo Nacional de la Magistratura, garantizando un sistema de justicia libre de presiones políticas.
- La inclusión de “candados” constitucionales que impiden la reelección inmediata y protegen la alternancia en el poder.
Hoy, en el Día de la Constitución, República Dominicana celebra no solo la historia de su carta magna, sino el compromiso de respetarla, fortalecerla y vivir conforme a los principios de justicia, democracia y amor por la patria.