REELECCIÓN POR GRAVEDAD

En los primeros dos años de gobierno del presidente Luis Abinader estallaron sucesivos escándalos mediáticos y críticas de la oposición que laceraron, en gran parte, las ejecutorias emprendidas por el mandatario.

Abinader fue juramentado en medio de una crisis económica mundial provocada por la pandemia del Covid-19, escenario que luego se agravó al estallar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Sin embargo, al presidente Abinader se le atribuye un buen manejo de la crisis sanitaria, lo que fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además la Organización Mundial del Turismo (OMT), reconoció al país por la “ejemplar” recuperación turística.

Pero el presidente Abinader se encuentra a medio camino y con ministros importantes en el ojo del huracán de la corrupción y con una reelección al hombro.

Entonces debe continuar orando como lo hizo en el rescate de los mineros en Bonao, para alejar los demonios, seguir quitando los ministros que le hacen daño y seguir apostando a la transparencia.

Y si logra controlar el barco a lo interno del partido y hace que las ratas se tiren al agua, la reelección caería por gravedad.