COLOR DE HORMIGA

Los recortes que han hecho Arabia Saudita y Rusia a sus exportaciones petroleras han comenzado a sentirse en el mercado mundial de hidrocarburos.

Las expectativas son de que el barril llegue a cotizarse a 100 dólares, un precio que sería difícil de aguantar por mucho tiempo en una economía ya ralentizada.

Y que está siendo afectada por la sangría presupuestaria que asume el gobierno dominicano con los subsidios multimillonarios a los combustibles y a la energía, la economía se verá desafiada también por otros elementos internos.

Como estos recortes de las ventas petroleras ya han incidido en una inflación de precios internacionales de bienes finales, materias primas e insumos que el país importa, el costo adicional será también gravoso.

Para complicar más el asunto, las previsiones que tiene la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) sobre el crecimiento de nuestra economía es que cerrará este año en 3.7 %, menor al 4.6% que se había proyectado.

A esto se le suma que estamos en un año pre electoral dónde hay que buscar los cuartos donde sea y como sea.

Y, resulta más inquietante, la incertidumbre frente a los acontecimientos en un Haití hundido en la violencia y la inseguridad, un caldo de cultivo que profundizará la migración ilegal hacia nuestro país, ya insostenible.

Es momento de abrocharse los cinturones mientras en el horizonte la tormenta se pinta COLOR DE HORMIGA.