Toda interferencia externa a Hong Kong resultará en autohumillada

Pase lo que pase, “Un país, Dos sistemas” de Hong Kong no estará sujeto a vacilación ni distorsión.

Últimamente, unos ultraradicales en Hong Kong convocaron manifestaciones ilegalmente, atacaron el edificio del Consejo Legislativo, destruyeron instalaciones internas, rodearon y estorbaron la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK), agredieron violentamente a la policía y profanaron el escudo y la bandera nacionales.

Esas conductas extremistas y maliciosas suscitaron atención y repudio del pueblo chino incluyendo la mayoría de los hongkongneses y la comunidad internacional.

Los incidentes violentos han amenazado seriamente la seguridad física y propietaria de los ciudadanos hongkongneses y han causado graves daños a la paz y el desarrollo de la sociedad local. El volumen de comercio minorista y de restaurantería se ha reducido significativamente. Los grupos turísticos han sufrido disminución drástica, y el índice general de confianza del consumidor cayó a su nivel más bajo de los últimos cinco años. Hong Kong descendió del top 10 de la lista de las ciudades más seguras de China.

La causa de los incidentes fue que el gobierno de RAEHK decidió a su propia discreción enmendar a la Ordenanza de Delincuentes Fugitivos y la Ordenanza de Asistencia Legal Mutua en Asuntos Penales, mientras que algunas organizaciones ciudadanas realizaron varias manifestaciones en contra de ello. Al escuchar las opiniones de los ciudadanos, el gobierno de RAEHK suspendió las enmiendas según la ley, y la policía aprobó y proporcionó protección para las manifestaciones.

Pero posteriormente, los ultrarradicales crearon deliberadamente una serie de incidentes violentos, que excedieron el alcance de las manifestaciones pacíficas normales. La escala era tan enorme, la organización era tan fina y oculta, los comportamientos eran tan malintencionados que no se podrían separar de la intervención de fuerzas externas detrás, la cual nunca se paró desde el inicio del retorno de Hong Kong a la soberanía china, y ha constituido la madre de todas las incertidumbres.

Después de los incidentes, unas voces provenientes del occidente convirtieron el blanco a negro, confundieron lo incorrecto y lo correcto, algunas autoridades y políticos estadounidenses se reunieron varias veces con las figuras de la oposición de Hong Kong y embellecieron los crímenes violentos definiéndolos como “manifestaciones pacíficas”, toleraron los ataques violentos contra la policía y el gobierno so pretexto de democracia y derechos humanos e incluso declararon públicamente que las manifestaciones en Hong Kong eran “un hermoso paisaje”.

Una pregunta: ¿qué hará la policía si ocurre el mismo incidente en cualquier otro país? Para este típico doble rasero, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China ironizó: “esperamos que este tipo de “paisaje tan hermoso” pueda aparecer más en los Estados Unidos.”

De hecho, antes de su retorno, Hong Kong, siendo una colonia, nunca gozó de los derechos como ahora a elegir su Jefe regional y los legisladores y las reuniones y manifestaciones democráticas fueron aplastadas sin piedad. Ningún gobierno en el mundo se preocupa y apoya el desarrollo económico y social, la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong tanto como lo hace el gobierno central chino. En los 22 años transcurridos desde el regreso de Hong Kong a la patria, ha consolidado aún más su posición como centro financiero, naviero y comercial internacional y se ha convertido en el segundo emisor y receptor de inversión del mundo, así como una de las economías más libres y regiones más competitivas. Los éxitos, que no se hubieran podido lograr sin el firme apoyo del gobierno central, demuestran plenamente que los principios de “Un país, Dos sistemas” y “el gobierno de Hong Kong por los hongkongneses” son correctos y exitosos.

El presidente Xi Jinping indicó, “Un país” es la raíz. Cuando la raíz se echa profunda, el árbol crecerá mejor. China, que se ha convertido en la segunda economía mundial, brinda a Hong Kong un fuerte apoyo y mejora su capacidad y confianza para superar los riesgos. Ante el caos en Hong Kong, salvaguardar firmemente la soberanía nacional y la autoridad del gobierno central es la línea roja insuperable. Ningún acto en contra de eso será permitido. Actuar de conformidad con la Constitución y la Ley Básica es la norma básica para el desarrollo de Hong Kong. Cualquier medio de violar la ley e incluso recurrir a la violencia será castigado resueltamente.

También aseveró nuestro presidente que como una causa emprendedora sin antecedente,”Un país, Dos sistemas” necesita una exploración constante a través de las prácticas. Actualmente dichas prácticas en Hong Kong se encuentran con unas situaciones y problemas nuevos. Resolver esos problemas y satisfacer la expectativa de los hongkoneses por una mejor vida, a fin de cuentas, requiere insistir en el rumbo , dar pasos sólidos y comprender y aplicar de manera integral y acertada de la directriz de “Un país, Dos sistemas”.

Hong Kong es el Hong Kong de China, y los asuntos de Hong Kong son los asuntos internos de China. El gobierno chino nunca permitirá que ninguna fuerza externa intervenga en los asuntos de Hong Kong, ni mucho menos permitirá que ninguna fuerza extranjera intente crear caos en Hong Kong. Cualquier interferencia externa resultará en vano y autohumillada. Los que juegan con fuego se autoinmolarán. El Gobierno Central de China apoya firmemente al Gobierno de RAEHK en su administración de acuerdo con la ley y apoya resueltamente a la policía de Hong Kong en castigar severamente a los delincuentes violentos. Hong Kong volverá a la trayectoria del gobierno por la ley, la estabilidad y la prosperidad.

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