Qué tan cierto es que "hacer de aguilita" debilita tu piso pélvico
Parece ser que todas las mujeres en algún momento de la vida, hemos recurrido a la famosa técnica de "hacer de aguilita" cuando entramos a algún baño en un centro comercial, un restaurante o cualquier sitio en donde sabemos que entra mucha gente. Lo hacemos como una medida preventiva para evitar contagiarnos de alguna bacteria, pero ¿eso realmente es bueno?
Hacer en un baño público, ¿sí o no?
Pocas veces nos atrevemos a sentarnos en un retrete que no sea el de nuestra casa, por miedo a adquirir una infección. Sin embargo eso es poco probable, pues la mayoría de las enfermedades estomacales se dan mano-boca. Hay que considerar que las bacterias sobreviven poco tiempo en las superficies. Y en el caso de las infecciones de transmisión sexual (ITS), Abigail Salyers, presidenta de la Asociación Mexicana de Microbiología señala que nadie se ha contagiado de una ITS a menos que tenga sexo en un retrete.
Tener un sistema inmunológico sano, ayuda a prevenir cualquier infección o enfermedad. Si aún con eso, deseas un extra de protección, opta por cargar en tu bolso gel antibacterial, toallas desechables o un cubreasientos de papel.
Qué le pasa a tu cuerpo al "hacer de aguilita"
Aguantarse las ganas de ir al baño puede ser muy mala idea. Si a eso se le agrega la presión en el abdomen al colocarnos en una posición donde las piernas quedan en el aire mientras intentamos “sentarnos” para hacer pipí, puede ocasionar que el músculo de la vejiga y el del esfínter dejen de funcionar como deberían, tal como señala el Dr. Oliver Pérez, urólogo.
Al contraerse los músculos, impiden que el flujo urinario sea normal. Con el paso del tiempo eso puede provocar intermitencia en el chorro de pipí o una retención urinaria completa, que causa dolor en la pelvis y puede desencadenar problemas en las vías urinarias, problemas en los riñones o reflujo vesicoureteral.
"Hacer de aguilita"puede debilitar tu suelo pélvico
Varios fisioterapeutas señalan que "hacer de aguilita" provoca daño al suelo pélvico, debilitándolo a la larga. Eso ocasionará dificultad para vaciar por completo la vejiga, fugas de orina o problemas para llegar a tiempo al baño.
¿Qué es suelo pélvico?
MedlinePlus señala que el piso pélvico se compone de músculos y tejidos que forman una especie de hamaca a través de la pelvis. Éste se encarga de mantener el útero, la vejiga y otros órganos en su lugar para su buen funcionamiento. Sin embargo, cuando éste se debilita o lastima (principalmente por embarazo o parto) puede generar problemas de incontinencia urinaria, tal como indica el National Institute of Aging.
También puede influir de manera negtiva en la calidad de vida y en las relaciones sexuales; pues provoca disminución y falta de sensibilidad o sensaciones dolorosas durante el sexo. Eso sucede porque la musculatura de esa zona se contrae con los orgasmos y si está débil, puede haber complicaciones para llegar al clímax.
La buena noticia es que el estado del suelo pélvico puede corregirse con ayuda de diferentes ejercicios que tonifican y dan mayor elasticidad a la musculatura de esa zona.