¿Qué es la violencia obstétrica?
Durante una charla con Mercedes Llamas, criminóloga y doctora en Gobierno y Administración Pública, compartió más sobre un tema pertinente que se ha vuelto un problema silencioso y persistente: La violencia obstétrica.
La especialista junto con otras 3 mujeres expertas son las autoras del texto Violencia obstétrica libro en el cual no sólo escribieron información actualizada sobre el tema, sino que reunieron testimonios de mujeres quienes han sufrido diferentes manifestaciones de esta violencia.
A través de una charla, Mercedes Llamas compartió más a detalle aspectos relevantes que todas las personas (no sólo las mujeres embarazadas) debemos conocer para saber cómo actuar para erradicarla definitivamente.
¿Qué significa violencia obstétrica?
El Instituto Nacional de Salud Pública define a la violencia obstétrica como un tipo de violencia ejercida por profesionales de la salud (generalmente médicos y personal de enfermería) hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto o el puerperio.
Se considera una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.
Y aunque no lo creas, la violencia obstétrica no se refiere únicamente a los malos tratos verbales, agresiones físicas o las ya conocidas negligencias médicas, sino que también se incluye la práctica excesiva e innecesaria de cesáreas, entre otras manifestaciones que seguramente no imaginabas y que considerabas que eran algo normal.
¿Cuáles son los ejemplos de violencia obstétrica?
Las manifestaciones de violencia obstétrica pueden ser diversas y aunque algunas son más obvias que otras, es importante aprender a identificar aquellas que se disfrazan más fácilmente como:
- Infantilización de la mujer: Esto se refiere a tratar con condescendencia a las mujeres embarazadas es un signo de violencia obstétrica porque se les deja de considerar como individuos capaces, lo cual permite que haya actos de desestimar sus decisiones o de que quieran decidir por ellas.
- Episiotomía de rutina: La episiotomía es un proceso que conlleva muchos riesgos para las madres, por eso no se debería tomar a la ligera; sin embargo, el hecho de practicarla de forma tan seguida e indiscriminada, también constituye un acto de violencia obstétrica.
En otras palabras, es como si nos dijeran que nuestros cuerpos no están hechos para parir y que por eso se nos tiene que "abrir de más" cuando eso no es verdad.
La autora compartió que ha tenido 4 partos vaginales y que en ninguno hubo necesidad de realizarle una episiotomía, pues el cuerpo de las mujeres responde también a las necesidades del bebé.
- Patologizar el embarazo: Se refiere a tratar a las embarazadas como si estuvieran enfermas, es decir, tener que procurarles cuidados excesivos sin tacto para decir las cosas y únicamente lograr que se pongan nerviosas en lugar de disfrutar el proceso que debe ser algo natural.
Por supuesto dentro del conjunto de las manifestaciones de violencia obstétrica también están los comentarios burlones o irónicos sobre la apariencia de las madres o de los bebés, por ejemplo comentarios como "Ahora sí gritas pero qué tal cuando lo estabas haciendo".
Además de que lamentablemente hay muchísimos casos en los que a las mujeres se les colocan dispositivos intra uterinos para evitar que tengan hijos sin su conocimiento.
Tristemente hay muchos más ejemplos de cómo se manifiesta la violencia obstétrica, por eso es importante aprender a identificar las bases para que sepas cómo actuar en caso de presenciar o ser víctima de alguna de estas prácticas.
¿Cómo afecta la violencia obstétrica al bebé cuando crece?
Mercedes Llamas comparte una frase de un famoso obstetra francés, quien sostiene que si queremos cambiar el mundo en el que vivimos, debemos cambiar la forma en la que nacemos, esto se refiere a que las primeras horas de vida de un ser humano pueden definir en parte cómo será en el futuro.
Las primeras horas de vida de un bebé sirven mucho para establecer un vínculo con la madre, por eso es importante que no lo despeguen de ella, pues para el bebé, la madre es su mundo, es todo lo que conoce y por eso no deberían alejarlo de ella.
De hecho, la autora mencionó que ella fue testigo de cómo los bebés son capaces de reptar hacia el seno de su madre por ellos mismos sin ayuda de nadie y comenzar a alimentarse.
Este es un paso muy importante, pues el bebé se siente en un ambiente seguro y confiado, contrario a lo que pasa con los bebés de los cuneros, quienes al ser separados de sus madres, activan un mecanismo de supervivencia ante un ambiente hostil.
Este mecanismo es lo que hará que en un futuro estos bebés crezcan como personas individualistas que deban pelear por sus recursos de manera más hostil.
Por eso es importante erradicar y modificar la forma en la que los bebés llegan al mundo, pues estaríamos creando una sociedad de colaboración y empatía más adelante.
Por último, Mercedes Llamas hizo un llamado a todas las personas, sean madres o no, vayan a serlo o no, de que recuerden que el parto es un proceso de la naturaleza, no es una enfermedad y por eso se debe vivir con ilusión y no con miedo por culpa de lo que es la violencia obstétrica.
La invitación con la que cierra la autora es a acercarse al texto Violencia obstétrica, pues además de ser fácil de leer, ofrece las herramientas necesarias para actuar en los primeros momentos antes o durante la vivencia de violencia obstétrica.
Recuerda no desconfiar de tus intuiciones y preguntar siempre que lo necesites; si es posible, consulta segundas opiniones antes de aceptar un diagnóstico o tratamiento. La información es tu derecho.