Tu ego te impide ser feliz: cuatro pasos para controlar las situaciones que te amargan la vida

Tener ego es importante, sí, pero es fundamental no pasarse. Cuando esto ocurre, perdemos la noción de la realidad, y lo peor, puede que nos exijamos demasiado a nosotros mismos y que, al final, esto lleve a que no podamos ser felices.

Sobre esto reflexiona María de Mondo. Psicóloga, coach y experta en mindfulness, De Mondo es, además, una mujer que transmite sabiduría. Formada en la universidad y con un montón de cursos, ella reconoce que lo que más le ha enseñado “han sido siempre los libros”. “Con 24 años tuve una crisis existencial donde me replanteé toda mi vida”, cuenta. “Me di cuenta de que no era feliz y de que había vivido en piloto automático toda mi vida, haciendo lo que se suponía que tenía que hacer”. Pero, más que un problema, aquello resultó ser una oportunidad.

“Ahí empezó mi proceso de autoconocimiento y desarrollo personal. En este camino, empecé a estudiar psicología y me formé como coach. Empecé a devorar libros y estudiar diferentes cursos para entender mejor al ser humano”, apunta. Lo cierto es que, como cuenta, “mientras trabajaba en mi propio camino y en el de mis clientes, me di cuenta de que el ego era una pieza fundamental para nuestra felicidad y que se hablaba muy poco de ello”.

Cómo te afecta el ego
Toda esa crisis existencial se María de Mondo se transformó en un período de aprendizaje. “Descubrí que detrás de mi sufrimiento y el de mis clientes, se escondía nuestro ego. Aunque creyésemos que el problema tenía que ver con nosotros mismos o con nuestro entorno”, destaca. Por eso decidió escribir Yo, ego. Un manual para aprender a usar tu ego en tu beneficio y aprender a libertarte de lo que no te guste de él.

“Tenemos una concepción escasa y errónea de lo que es el ego y de la influencia que tiene en nuestra vida”, aclara la psicóloga, que señala que “la influencia y el condicionamiento del ego es total”. Por eso, como indica el subtítulo de su libro, decidió “escribir una guía para dejar de sufrir, conectar contigo mismo y alcanzar la paz mental. Quise compartir con el mayor número de personas posibles lo que había aprendido y experimentado conmigo misma y con mis clientes”.

Qué es el ego
Lo primero, toca comprender qué es el ego, ésa especie de Pepito Grillo, a ratos adorable, otras veces maligno, que parece vivir en nuestra cabeza. “El ego es el personaje que nos hemos construido desde que nacemos condicionados por el exterior, ya sea por padres, familia, amigos, sociedad o cultura”, destaca De Mondo. Además, el ego “está formado por todas las creencias y juicios que tenemos sobre nosotros mismos, sobre la vida y sobre los demás influenciados por los demás, pero que no nos pertenecen”.

La coach subraya uno de los peligros que tiene el ego, que nos puede desconectar “de nosotros mismos, de nuestro verdadero ser”. Eso ocurre, porque “detrás del ego se esconde la importancia que le damos a la opinión de los demás. La búsqueda de reconocimiento, el tomarnos todo de forma personal, el miedo, los juicios de valor que emitimos… También la identificación con el hacer o el tener, vivir en el pasado o en el futuro…”. Vaya, que “el ego se esconde en todas partes”.

Vivir desde el ego
Aunque podríamos pensar que sería necesario conocer los principales síntomas de tener un exceso de ego, para poder modificarlo, la terapeuta lo matiza. “El ego no se puede medir, pero quizás podamos hablar de vivir más desde el ego que desde el ser. Es decir, estar más, o menos desconectados de nosotros mismos”, indica.

“Todos tenemos ego y todos vivimos a través de él, pero nos puede dominar más o menos. Hay personas que solo viven a través de su ego y son aquellas que viven para el exterior, el qué dirán, el miedo, la exigencia, el reconocimiento, la ambición… y están completamente desconectadas de sí mismas”, afirma. Por eso, señala la clave para saber si te afecta tu ego: “. Para mí, el radar más importante es la insatisfacción y la infelicidad”. Si te sientes triste, infeliz y poco satisfecho, alerta, tu ego puede ser el responsable.

Controlar tu ego para ser feliz
Controlar a nuestro ego nos puede ayudar a ser más felices. Eso ocurre, también, porque el ego tiene sus ventajas. “Por supuesto. El ego en sí no es malo, pero saber identificarlo y controlarlo nos hace vivir en paz, ya que estaremos alineados y seremos fiel a nosotros mismos. Tenemos que reeducarlo», asegura.


Para lograrlo, la experta explica que “la forma de hacerlo es aprendiendo a conectar y reconocer a nuestro verdadero ser. El motor del ego es el miedo, y el motor del ser es el amor. Se dice que detrás de un gran ego hay una gran inseguridad. En el libro explico diferentes formas de hacerlo, porque nadie nos ha enseñado”.

También los tímidos tienen ego
Aunque la experta apunta que solemos asociar «ego desmedido a una persona prepotente, soberbia y que te mira por encima del hombro”, lo cierto es que “la persona más insegura y tímida del planeta también lo es desde un ego desmedido”. O sea, que ambos extremos se toca y lo hacen, según nos aclara, “desde el control total de su ego, de la construcción que ha hecho de sí mismo. Cada ego es único y diferente. Si nos encontramos un ego soberbio, es importante ir más allá. Es decir, lo que hacen o dicen los demás, tiene que ver con cómo son ellos”.

En realidad, puntualiza De Mondo, “una persona prepotente da información sobre sí misma y sus inseguridades camufladas en una falsa autoestima. Cuando alguien está seguro de sí mismo, no necesita demostrar nada a nadie. Esto es importante para no tomarnos las cosas de forma personal, para sentir empatía y compasión y para que nos entre por un oído y nos salga por el otro lo que diga o haga esa persona”. Eso sí, no se trata de dejarlo pasar todo ya que, como enfatiza la psicóloga, “empatizar no es justificar. Es importante poner límites”.

Cuatro pasos para controlar tu ego
Cuando le pides a María de Mondo recomendaciones para poder mejorar tu relación con tu propio ego para ser más feliz, sugiere buscar más información en su libro, un manual cuajado de recomendaciones para convertir a tu ego en un aliado y controlarlo tú, no que te controle él. Pero además, destaca estos cuatro pasos a dar.

Mira desde el amor. “Ante cualquier situación hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo podría ver esto desde el amor?”, recomienda la psicóloga.

Protege tu calma. Aprender a autocuidarnos puede llevar cierto tiempo. Por eso, cuanto antes empieces, antes llegarás a lograrlo. Preservar tu tranquilidad te ayudará en todas las ocasiones complicadas. O en palabras de la experta: “Prioriza tu paz interior”.

No es personal. Antes de enfadarte, sentirte mal o ansiosa, recuerda este mantra que nos ofrece De Mondo: “Nunca nada es personal”.

Sé fiel a ti. “Ser siempre fiel a ti mismo”, es otra de las recomendaciones que nos regala. Así, al no dejarte llevar ni por tu ego, serás capaz de transitar más feliz por la vida y siendo leal con la persona a la que más debes de cuidar: tú.

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