Dolor de espalda por espondilitis anquilosante: ¿por qué es incapacitante?

Todos en algún momento de nuestra vida hemos padecido ese molesto dolor de espalda, aunque se trata de un síntoma inespecífico, hay que tener cuidado cuando se presenta, sobre todo si empeora durante la noche o tras pasar muchas horas sentada, ¿qué podría ser? Dolor de espalda por espondilitis anquilosante: un padecimiento incapacitante.

¿Qué es la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante se trata de una enfermedad inflamatoria o un tipo de artritis, regularmente, afecta los huesos y articulaciones de la columna vertebral. Con el paso del tiempo, la inflamación en los tejidos ocasiona rigidez por la unión de las vértebras afectadas, describe el National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases.

¡Tal como lo lees! Esta afección inflamatoria ataca a las articulaciones más grandes, de acuerdo con especialistas del instituto médico Mayo Clinic, una vez que logra que la espina dorsal sea menos flexible puede deformar la columna vertebral hasta causar una postura encorvada hacia adelante.

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¿Cuáles son los síntomas de la espondilitis anquilosante?
Aunque el dolor de espalda es uno de los síntomas más comunes de este tipo de artritis, muchas veces es difícil de diagnosticar, precisamente porque se trata de una señal inespecífica, es decir, que se comparte con otros padecimientos, sin embargo, también puede presentarse:

Dolor, rigidez o inflamación en otras articulaciones: hombros, caderas, rodillas o tobillos

Dolor intenso por la noche o en los momentos de descanso

Rigidez en la parte baja de la espalda

Dolor de cuello

Dificultad para respirar si hay una afectación en las articulaciones que conectan las costillas

Erupciones en la piel

Cansancio extremo

Cambios en la visión acompañado de dolor ocular

Dolor abdominal con deposiciones sueltas

Ojo, si el dolor en la espalda es más intenso durante la mañana o incluso te despierta a media noche, lo más recomendable es que acudas con un especialista de inmediato, por ejemplo, un reumatólogo podría ayudarte en caso de ser diagnosticado con este padecimiento, pues se especializa en artritis, enfermedades de los huesos, articulaciones y músculos.

Quizá en este punto te preguntes qué causa la espondilitis anquilosante, sin embargo, no se sabe exactamente qué produce esta enfermedad, pero sí que la genética juega un papel muy importante, pues particularmente se presenta en personas que comparten el gen HLA-B27, sin embargo, padecer enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o psoriasis también puede aumentar el riesgo.

Actualmente no existe una contra la espondilitis anquilosante, pero sí tratamientos que disminuyen los síntomas y son capaces de retrasar la evolución de esta dolorosa enfermedad, por ejemplo, medicamentos antiinflamatorios no esteroides, bloqueador del factor de necrosis tumoral que se administra vía intravenosa, terapia física o cirugía en caso de que exista un daño en la cadera.

No dudes en acudir con tu médico si ese dolor de espalda no desaparece dentro de los primeros días, pues con el paso del tiempo, esta enfermedad puede causar la formación de un nuevo hueso como parte del intento del cuerpo por curarse.

Entre sus complicaciones, también se presenta la inflamación ocular, fracturas en vértebras o problemas cardíacos. ¡Acude con tu médico a tiempo!