Qué hace el limón en tus riñones para aliviar o provocar dolor

El jugo de limón es conocido por realzar el sabor de muchos platillos, pero también se le atribuyen propiedades diuréticas y quemagrasas, especialmente cuando se consume en ayunas. ¿Cómo afecta realmente el jugo de limón a nuestros riñones?

A pesar de que algunas de las propiedades del limón no han sido completamente respaldadas por la ciencia, existen beneficios reales en su consumo. Uno de los remedios más populares consiste en beber un vaso de 250 mililitros de agua tibia con jugo de limón al despertar.

Si bien esta bebida, gracias a su acidez, puede ayudar a la digestión al descomponer los alimentos en el estómago y equilibrar el nivel de ácido gástrico, no necesariamente es una solución mágica para perder peso. Además, es importante tener en cuenta que el jugo de limón puede afectar otros órganos, como los riñones.

 Ilustración de riñones enfermos

¿Cómo el jugo de limón beneficia a los riñones?
Los riñones son órganos vitales que filtran la sangre y eliminan desechos y exceso de agua a través de la orina. El jugo de limón puede ofrecer ciertos beneficios:

  1. Prevención de Cálculos Renales: Los cálculos renales son una afección común que suele requerir cirugía. Sin embargo, estudios, como el realizado por el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Turquía, sugieren que el citrato presente en el limón puede prevenir la acumulación de calcio, un factor clave en la formación de cálculos renales.
  2. Reducción de Infecciones Urinarias: El consumo de jugo de limón alcaliniza la orina, lo que beneficia a la vejiga. Además, junto con la ingesta de más agua y la vitamina C que aporta, contribuye a prevenir el desarrollo de bacterias en el tracto urinario.


 Infusión de limón para los riñones

Cómo Incorporar el Jugo de Limón en tu Rutina
Es importante recordar que el jugo de limón no es adecuado para todas las personas, especialmente para aquellos con problemas gastrointestinales como la gastritis. Si decides probarlo, aquí te ofrecemos algunas recomendaciones:

  1. Establece una Rutina: Puedes incorporar el jugo de limón en tu rutina diaria, ya sea en ayunas por la mañana o antes de acostarte por la noche.
  2. Preparación Correcta: Mezcla un vaso de 125 mililitros de agua con 120 mililitros de jugo de limón. El agua no necesita estar caliente, y es esencial no añadir azúcar ni endulzantes.

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