Semana Santa, una temporada que podría disparar los gastos imprevistos

La Semana Santa se acerca sigilosa, como un susurro en la brisa, y con ella llega un dilema para muchos: ¿reflexión y meditación o escapada y diversión? Algunos eligen quedarse en sus ciudades, sumergirse en las tradiciones religiosas y disfrutar de la tranquilidad que ofrece este período. Mientras tanto, otros ven en estas “minivacaciones” la oportunidad perfecta para escapar a la playa, adentrarse en el campo o explorar otros destinos tentadores.

Pero ¡cuidado! Con estas esperadas vacaciones también suelen llegar los “excesos”, los “gastos imprevistos” y las temidas deudas, si no se tiene a la planificación financiera como “fiel aliada”. Imagine a Carlos, quien decide irse de viaje sin un presupuesto claro, terminando con gastos desorbitados que lo persiguen como sombras alargadas después de este asueto. O a María, quien se deja llevar por la emoción del momento y termina endeudándose con las tarjetas de crédito más de lo que puede soportar.

Entonces, justo antes de la también llamada Semana Mayor es el momento de reflexionar: ¿cómo podemos disfrutar de esta Semana Santa sin que nuestras finanzas sufran? La clave está en una planificación cuidadosa y en el auto control. Establecer un presupuesto realista, priorizar gastos, y resistir la tentación de las compras impulsivas son pasos cruciales para evitar que las “minivacaciones” se conviertan en una pesadilla financiera para usted.

Según cifras oficiales del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), el éxodo vacacional durante esos días ha experimentado un notable aumento en los últimos años, pasando de 3 millones de personas en 2021 a 6 millones en 2023. Los dominicanos buscan desconectarse de la rutina y compartir en familia, ya sea en destinos turísticos o participando en las tradicionales actividades religiosas.

Expertos financieros advierten que las vacaciones pueden ser un momento crítico para las finanzas personales, ya que el ambiente festivo puede llevar a gastos excesivos e incluso a endeudarse. Es por eso que establecer un presupuesto detallado, teniendo en cuenta tanto los gastos del asueto como las obligaciones financieras pendientes, se vuelve fundamental para disfrutar sin remordimientos.

¿Se va o se queda?
La Semana Mayor se aproxima y con ella la decisión de quedarse en la ciudad o emprender un viaje. Si la opción es disfrutar de la ciudad, ¿por qué no aprovecharla al máximo? Organizar actividades para toda la familia puede resultar emocionante.

Desde explorar nuevos rincones hasta disfrutar de un día de “camping”, pasando por organizar una comida donde cada invitado lleve un plato, las posibilidades son infinitas. También se puede optar por disfrutar de películas religiosas en compañía de su pareja, hijos o allegados, acompañadas de unas habichuelas con dulce.

Para aquellos que buscan una experiencia más espiritual, las iglesias realizan actividades familiares, retiros y paseos a precios accesibles, brindando así la oportunidad de fortalecer la fe en la comunidad.

Por otro lado, para aquellos que elijan salir de la ciudad hacia destinos como hoteles o casas de playa o campo, la planificación es clave.

Es fundamental que los gastos del viaje provengan de ahorros y no de créditos o préstamos informales. Además, es crucial definir el destino, propósito y presupuesto del viaje con anticipación. Durante los días fuera de casa, es importante tomar medidas de seguridad para resguardar pertenencias valiosas y evitar tentaciones financieras.

Evite los “tarjetazos”
Se recomienda precaución con el uso de tarjetas de crédito y promociones tentadoras, asegurándose de que cualquier gasto esté incluido en el presupuesto.

Ya sea optando por un hotel todo incluido o alquilando una cabaña o casa de campo compartida o de un familiar, la planificación es fundamental. La elaboración de un itinerario detallado con gastos diarios, actividades programadas, el consumo de combustible y un fondo para imprevistos garantizará unas vacaciones tranquilas.

En cualquier elección que se tome, no se debe descuidar el aspecto espiritual. La Semana Santa brinda la oportunidad de estar en contacto con lo trascendental sin importar el destino elegido.

Errores comunes
Durante las vacaciones de Semana Santa, es común cometer errores financieros como gastos excesivos, falta de planificación, uso excesivo de las tarjetas de crédito, descuido del ahorro a largo plazo y la ignorancia de ofertas y descuentos.

Por ejemplo, muchas personas no aprovechan las ofertas y descuentos disponibles para actividades turísticas de su agrado, alojamiento y transporte, por tanto, puede resultar en gastos innecesarios solo por no tomar en cuenta las que se ajustan a sus necesidades.

Evitar estos errores puede garantizar una experiencia placentera y financieramente saludable durante la llamada Semana Mayor, que es aprovechada para vacacionar.

Recomendaciones

  1. Presupuesto. Esto le permitirá planificar sus gastos y así no excederse. Es recomendable hacerlo por día.
  2. Gastos del vehículo. Si saldrá, en vehículo privado, incluya el consumo de combustible, mantenimiento y peaje.
  3. Débito. Esas tarjetas para su consumo, en vez de las de crédito, le permiten llevar un mayor control de sus gastos.
  4. Alojamiento. Sería ideal que contemple ir a donde pueda hospedarse sin costo por estadía, como la casa de algún familiar.
  5. Casa. Quedarse en casa y realizar actividades en familia, leer, reflexionar sobre cómo está manejando sus finanzas.
  6. Compartir. Organizar una comida donde cada invitado lleve un plato podría ser una opción a menos costosa.

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