¿Cómo saber que tengo hígado graso en el embarazo?
El hígado graso agudo del embarazo (AFLP, por sus siglas en inglés), es un problema hepático poco frecuente que se presenta durante la gestación. Su diagnóstico indica que las células de este órgano poseen demasiada grasa y por ende se podría dañar.
¿Qué causa el hígado graso agudo del embarazo?
Hasta el momento, los médicos no saben el origen del AFLP. Sin embargo, de acuerdo a algunas investigaciones, se ha descubierto que puede ser un problema hereditario. Al tener hígado graso agudo del embarazo, el cuerpo produce en exceso triglicéridos y ácidos grasos. En algunos casos, esta afección también podría desencadenar preeclampsia.
Aunque no es un problema que se presente con frecuencia, hay más posibilidades de padecerlo durante el primer embarazo, cuando se tendrán dos o más bebés, si es un varón o cuando la mujer es muy delgada.
Síntomas del hígado graso agudo del embarazo
Es importante señalar que este problema se presenta por lo regular durante el tercer trimestre de embarazo. Los síntomas más comunes son:
1. Dolor en el abdomen, principalmente en la esquina superior derecha
2. Malestar general
3. Dolor de cabeza
4. Cansancio y confusión
5. Náuseas y vómito
6. Color amarillento en la piel, ojos y membranas mucosas
¿Se puede prevenir?
Por desgracia, la enfermedad de hígado graso agudo del embarazo no puede prevenirse ni predecirse. Lo mejor será siempre tener un estilo de vida saludable y acudir a los chequeos mes con mes.
¿Cuándo se hace el diagnóstico y qué pasa después de eso?
Lo primero que debe hacer el médico es checar los antecedentes de salud y hacer un exámen físico. Para el diagnóstico se realiza una biopsia de hígado, para la que se tomará una muestra de tejido de este órgano y se examina con microscopio. También puede realizarse una ecografía, en la que se observan las imágenes de los vasos sanguíneos de los tejidos y los órganos. Una tomografía computarizada, necesita una serie de radiografías y una computadora para analizar las imágenes detalladas del cuerpo.
¿Puede haber complicaciones por el embarazo?
Cuando se da el diagnóstico de AFLP, debe hacerse el parto lo antes posible para que ni el bebé ni la madre estén en riesgo. De lo contrario, podrían tener problemas ambas partes, presentando insuficiencia hepática, sangrado grave, infección grave o insuficiencia renal. En la mayoría de casos, la función hepática vuelve a la normalidad después de unas semanas.
La mejor recomendación siempre será mantenerte en constante chequeo durante el embarazo para que, si se detecta algo fuera de lo normal, puedas actuar a tiempo. Nunca dejes pasar por alto cualquier malestar que tengas, por muy leve que parezca.